Durante el Día Nacional de Oración, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para proteger la libertad religiosa, sin embargo, las primeras reacciones sobre la orden critican que la medida no ofrece suficiente protección. Es por esto que, muchos cristianos desean que se revoque la Enmienda Johnson y se evite la persecución de la oficina de impuestos hacia organizaciones sin fines de lucro e iglesias.
Para que desaparezca la Enmienda Johnson, el Congreso debe actuar.
“¿Cree que es un código inconstitucional? Absolutamente, es un código inconstitucional”.
La Enmienda de 1954 fue la creación del entonces senador, Lyndon Johnson. La norma prohíbe a una serie de organizaciones como las iglesias, que participen en campañas políticas y respalden a candidatos. De ser así, corren el riesgo de perder su exención de impuestos. Se dice que la medida elimina la libre expresión y que es un tipo de mordaza.
“El Servicio de Impuestos Internos usó la Enmienda Johnson para atacar a nuestra organización y luego, conspirar con otras agencias para mantenernos en silencio por 3 años”, dice Catherine Engelbrecht, True The Vote.
Engelbrecht dirige “True The Vote”, que motiva a participar en las elecciones. Ella dice que, al convertirse en un grupo sin fines de lucro, fue atacada por la oficina de impuestos y otras agencias.
“Nos persiguió el Servicio de Impuestos Internos, el FBI, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional, entre otros, preguntando sobre nuestras vidas públicas y privadas. Me preguntaron de todos los tuits, lo que he posteado en Facebook, todos los discursos que he hecho por escrito, desde que inició la organización y lo que vendría en los próximos dos años”, precisa Engelbrecht.
Family Research Council cree lo mismo.
“Los pastores e iglesias deben ser capaces de hablar de lo que los seguidores de la fe les interese. El gobierno no debería estar tratando de proteger a las iglesias haciendo esta separación, sino que el gobierno debe permanecer fuera de los asuntos de las iglesias", indica Mandi Ancalle, Family Research Council.
Los partidarios, sin embargo, dicen que protege la libertad religiosa y mantiene la transparencia en el sistema financiero de campañas nacionales.
“Hoy uno de los testigos habló sobre los miles y miles de dólares que hacen estos grupos sin fines de lucro, es mucho dinero. Ver ese dinero dirigido a campañas políticas sería un desastre para la reforma financiera de campaña. En particular, porque iglesias y casas de adoración, no tienen que reportar quiénes son sus donantes”, indica David Saperstein, The Religious Action Center.
Con el apoyo presidencial y control total de los republicanos en el Congreso, la Enmienda Johnson podría dejar de ser. Si es modificada o apelada, sería histórico.