El agua potable es ahora uno de los bienes más buscados en las zonas remotas del oeste de Carolina del Norte. Los equipos de Operation Blessing (Operación Bendición) están despegando en helicóptero para llegar a las zonas aisladas con sistemas de purificación de agua, luces solares y paquetes de alimentos de emergencia. 

En Fairview, Carolina del Norte, Jess y Chris Jaeger enfrentan obstáculos importantes después del huracán Helene.

"Esta mañana estábamos hablando de que pasarán meses antes de que podamos, no sé, ducharnos con más regularidad y tener suficiente agua potable", comentó Jess Jaeger.

Su pequeña ciudad, situada en las colinas y densos bosques al sureste de Asheville, fue una de las zonas más afectadas.

Los caminos que entran y salen de Fairview siguen intransitables o destruidos, lo que hace que sea un gran desafío hacer llegar ayuda, especialmente agua potable, a esta zona.

La principal fuente de agua de la pareja, un arroyo cercano, está contaminada con materiales peligrosos.

"Quién sabe qué productos químicos hay ahí", dijo preocupado Chris Jaeger, vecino de Fairview. "Hay latas de disolventes de pintura, latas de gasolina y diésel".

Tenían sólo 60 galones de agua a mano cuando las aguas arrasaron su comunidad. "Teníamos pensado vivir de eso durante el mayor tiempo posible, ya que la mayoría de la gente usa más de 100 galones en una ducha", dijo Jess.

Operación Bendición literalmente llegó volando, utilizando helicópteros para entregar suministros vitales, incluido un sistema de filtración de agua capaz de producir agua limpia.

OB se asoció con el piloto Joe Hurston para llegar a los Jaegers y otras personas atrapadas en algunas de estas comunidades aisladas.

"El alcance y la profundidad de esta destrucción son asombrosos", dijo Hurston. "Adondequiera que mires, hay zonas aisladas, puentes destruidos, carreteras destruidas, casas destruidas".

Hurston lleva más de 40 años volando a zonas de desastre en todo el mundo. Este vuelo le afectó especialmente, ya que vive a menos de dos horas de distancia y entró en acción de inmediato. 

En esta misión de socorro, lleva varias cajas de 29 libras que contienen una máquina que puede producir hasta 25 galones de agua limpia por hora, suficiente para 1.000 personas.

"Dios nos ha puesto en el regazo esta máquina milagrosa que puede tomar agua de alcantarillado y purificarla con menos electricidad que una bombilla", dijo Hurston, quien dirige Air Mobile Ministries.

El sistema de filtración, instalado junto al arroyo, rápidamente comenzó a producir agua dulce. 

"Escuchar que podríamos volver a sacar agua de nuestro arroyo de manera confiable me hizo llorar y me emocioné mucho", comentó Jess.

El vecino de Jess, Justin Hansen, también está agradecido.

"El sistema de filtración de agua es fantástico", dijo Hansen mientras observaba a Hurston operar el sistema de agua. "Creo que será divertido conseguirlo y llevar agua a todos los que nos rodean".

Hansen señaló que el arroyo, que una vez causó tanta devastación, ahora es una fuente de esperanza. 

Apenas unos días antes, estaban en la orilla, observando con incredulidad cómo la crecida de las aguas arrasaba la casa de su madre.

Mientras muchos sobrevivientes siguen sin electricidad ni alimentos, Operation Blessing continúa proporcionando luces solares y paquetes de comidas de emergencia.

"La gente ha estado sin electricidad durante muchos, muchos días y no tiene idea de cuándo volverá, por eso estas luces solares les permitirán ver de noche", dijo Benjamin Brittain de Operation Blessing, quien acompañó a Hurston en el lanzamiento de suministros en helicóptero.

Mientras que el agua limpia y los suministros esenciales brindan esperanza y alivio a familias como los Jaeger, los equipos de Operation Blessing también ven una oportunidad de resaltar el poder de la comunidad y la compasión en tiempos de crisis.

Si desea apoyar a Operation Blessing en su labor de ayudar a los afectados por el huracán, puede llamar a CBN al 1-800-700-7000 o  hacer clic AQUÍ para visitar el sitio web de Operation Blessing.