El presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump visitarán Texas este viernes para conocer de cerca la devastación causada por las inundaciones del 4 de julio. El desastre dejó más de 120 muertos, cientos de desaparecidos y comunidades enteras afectadas por la crecida del río Guadalupe.

Mientras tanto, Operación Bendición, el brazo humanitario de CBN, ya está trabajando en la zona para apoyar a los sobrevivientes. Sus voluntarios están removiendo escombros, limpiando casas y ofreciendo alimentos y suministros a las familias afectadas y a los equipos de rescate.

Entre los testimonios que conmueven está el de Collene Lucas, una mujer de la tercera edad que arriesgó su vida para salvar a su esposo. “Estaba trabajando cuando escuché que el río había inundado un negocio cercano. Corrí a casa y encontré el agua entrando a la camioneta. Abrí la puerta, el agua casi me llegaba a la cadera. Caminé hasta la estación de bomberos orando, y realmente creo que caminé sobre el agua porque llegué a salvo”, relató Lucas.

Gracias a su fe y valentía, su esposo fue rescatado a tiempo. “No tengo más que bendiciones”, afirmó emocionada.

En San Antonio, iglesias como Oak Hills Church abrieron sus puertas para reunir a cientos de personas en oración. El pastor Travis Eades recordó: “Más de un tercio de los Salmos son lamentos. El lamento no es solo dolor, es un camino de regreso a la paz, de la angustia a la esperanza”.

El pastor Mike Oakes, quien vacacionaba con su familia en una casa junto al río, vivió su propio rescate milagroso. “El agua entraba por la puerta delantera y trasera. Saqué a mi familia, seguí la linterna de un vecino y volvimos para sacar a los demás. Justo cuando salimos, el nivel del agua bajó lo suficiente para llegar a un acantilado y ponernos a salvo”, relató.

Aunque la limpieza apenas comienza, la esperanza y la fe se mantienen vivas. “Lo material se reemplaza, pero la vida no”, dijo Lucas.

Operación Bendición continuará presente para llevar ayuda, consuelo y esperanza en medio de la tragedia.