Cheri, una mujer quien supo esperar por el verdadero amor

Cheri, una mujer quien supo esperar por el verdadero amor

02-14-2016

Cheri Martin esperó mucho tiempo para encontrar el "amor verdadero" terrenal. En tanto, con sus 50 años de edad a la vista, ella comenzó a dudar de que llegara.

Ella creció jugando en las playas de arena blanca cerca de Pensacola, Florida. La hija de un pastor, que tenía la fe de que algún día vendría su “príncipe azul”.

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"En mis 20 años de edad, veía como mis amigas se casaban unas tras otras", recuerda Cheri. “Mi corazón simplemente se hundía porque había tenido mi última cita hacía mucho tiempo. Yo era como una flor tardía, pasaba el tiempo y comenzaba a sentir como que Dios había olvidado de mí".

Pero Cheri creía en la promesa que Dios le había dado sobre casarse cuando apenas era una adolescente. Así que continuó con esperanza, pero con el pasar de los años, poco a poco la iba perdiendo tras fracasar en las relaciones amorosas.

"Me gustaba hacer esta oración: "Dios, por favor, no dejes que me desespere, por favor, no dejes que me desespere, 'así que seguí esperando y me quedé con la búsqueda de Dios", recuerda Cheri.

"Hay un versículo que habla de esto: ‘Ya no te llamarán «abandonada», ni a tu tierra la llamarán «desolada», sino que serás llamada «mi deleite»; tu tierra se llamará «mi esposa»; porque el Señor se deleitará en ti, y tu tierra tendrá esposo. (Isaías 62: 4)". Y me aferré a versos como este", añade.

Por ahora, Cheri estaba en sus 40 años de edad sin amores a la vista, cuando una amiga la invitó a una boda para que conociera a un surfista llamado Ben.

"Y justo en el centro del vestíbulo de la iglesia, completamente solo, estaba allí de pie ese hombre guapísimo vestido con un smoking. Y yo sólo pensé: 'Sin duda, este es el hombre que mi amiga me dijo'", recuerda Cheri. "Entonces, yo salí corriendo donde mi amiga y le dije: ‘¡Por favor, dime que es él!’ y ella me dijo: ¡Sí, es él!’”.

Al día siguiente, Ben y Cheri volvieron a encontrarse en la iglesia.

"Y apenas llegué a la iglesia, estaba ese hombre guapísimo quien se me acercó y me dijo: ‘Hola, mi nombre es Ben Martin’", relata Cheri. "Así que, obviamente también le llame su atención".

Entonces, ¿fue amor a primera vista?

"No, pero me atraía mucho Cheri", recordó Ben. "Pero en ese momento yo tenía mi corazón herido".

Lo que Cheri no sabía era que Ben había pasado por un divorcio doloroso y todavía le dolía. Y lo que Ben, un surfista y amante del mar, no sabía era que Cheri le tenía miedo tirarse al agua.

"Una noche se me ocurrió ir en paleta de embarque aquí en la intercostal a ver fuegos artificiales y no tenía ni idea de que ella le tenía fobia del agua", recuerda Ben.

Pero Cheri dice que esa diferencia no ha importado.

"Me gusta broncearme, a él le gusta surfear, así que funciona".

Pero no todo fue viento en popa para Ben y Cheri. Ben seguía luchando con su divorcio y ambos decidieron terminar su relación durante varios meses en el verano de 2012.

"Vengo de una familia divorciada y no quería hacer eso parte de mi vida. Así que tuve que abandonar la esperanza de poder restaurar mi primer matrimonio", relata Ben. "Habían pasado varios años, pero tuvo que terminar con eso en mi corazón".

"Y di un vistazo a la situación y le dije a Ben: ‘tengo que ser yo o nadie más’", recuerda Cheri. "No puedo desempeñar un papel secundario, tengo que saber que tu corazón me pertenece. Y él me dijo: ‘Tú eres la única. Tú eres con quien quiero estar'".

"Así que alguien finalmente diga: ‘Te estoy eligiendo’, es como... respirar profundo”, relata Cheri.

Luego, en el verano de 2012, después de casi dos años de relación amorosa, Cheri se preparaba para celebrar su cumpleaños número 50.

"No habíamos visto anillos y no habíamos hablado de matrimonio" recuerda ella. "Sin embargo, no dejé de pensar, en realizar un paseo en la playa al atardecer – algo que nunca habíamos hecho cómo pareja".

"Caminábamos en medio de las dunas en la playa, habían bodas por todos lados y él me preguntó si alguna vez había pensado en tener una boda en la playa", relata Cheri.

"¡Por supuesto! Cuando uno crece en la playa, todo el mundo piensa en eso", añade.

Fue allí, en las dunas de arena en el cumpleaños número 50 de Cheri, que Ben, un hombre nueve años más joven que ella, le profesó su amor.

"Le abrí mi corazón… le dije que la amaba y que quería pasar el resto de mi vida con ella y le pregunté si le gustaría hacer lo mismo", recuerda Ben. "Y ella dijo que sí, mientras buscaba el anillo en mi bolsillo”.

Cheri dice que la diferencia de edad en realidad no parece tener importancia.

"El Señor simplemente borra toda la diferencia de edad", dice Cheri. "Se convierte en un problema inexistente después de un tiempo y la gente siempre dice que no ve como que hay que una gran diferencia de edad".

Cheri y Ben se comprometieron el 2 de junio de 2012 y fijaron la fecha de su boda cinco meses más tarde.

Finalmente llegó el gran día, el 3 de noviembre de 2012…

"Fue un día hermoso, precioso y de inmediato, le agradecí a Dios", dice Cheri.

"Alquilamos una casa en la playa y vinieron nuestras familias y la boda tuvo lugar justo enfrente de la arena", dijo Ben.

Cheri dice que su historia es la prueba de que cuando Dios da una promesa, Él es fiel para cumplirla, incluso si toma mucho tiempo.

"Pídele a Dios que te dé una promesa, lo que sea, y luego mantente firme en esa promesa, porque Él será fiel en cumplirla", comenta Cheri.

"Quería algo verdadero y eso es lo que Dios me dio – un trato real", dijo Ben. "Sé que mi corazón está a salvo con ella y la edad es sólo un número. ¡Ella es hermosa y Dios es bueno! ¡El que encuentra una esposa halla el bien!", concluye.

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