Ha pasado poco más de un mes desde la liberación del pastor Saeed Abedini de una prisión iraní. Él fue detenido en 2012, se enfrentó a años de tortura y persecución detrás de las rejas. Abedini habló sobre esos horrores en una entrevista exclusiva con CBN News.

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"Yo sentí en mi espíritu que alguna amenaza venía", dijo Abedini, tras su décima detención en Irán.

"Pensé que tal vez me iban a matar porque me convertí del Islam al Cristianismo, pero el Espíritu Santo estaba conmigo, y me animó y me preparó para todo el sufrimiento que tuve que pasar", añadió.

Abedini aprovechó el tiempo para evangelizar y ministrar a los que le rodeaban.

"Diez de los prisioneros se convirtieron a Cristo el primer año, por lo que la prisión se enteró, la policía inteligente se enteró, y me trasladaron a otra prisión, donde la situación era peor", relató. "Cada vez que me cambiaban de prisión, era un buen momento para evangelizar".

Pero el predicar la Palabra de Dios trajo consecuencias a su vida.

"Todas las personas que se convirtieron en cristianos conmigo, los empezaron a torturar, a separarlos de mí y los últimos dos años me aislaron por completo", recordó.

Se le preguntó si en algún momento dudo de que podría regresar a Estados Unidos y él respondió: "Usted sabe que los primeros seis meses siempre me amenazaban de muerte y ellos dijeron: 'De fijo vas a ser ejecutado por lo que hiciste - convertiste a 1.000 musulmanes en cristianos'".

"Pero cada vez que oraba, el Espíritu Santo ponía en mi corazón: 'No, todavía tengo algún trabajo por hacer para ti", dijo.

Después de tres años y medio, el pastor Abedini finalmente ha llegado a casa a lo que él dice un Estados Unidos muy diferente al que dejó.

"Parece que se enteraron de que algo necesitaba ser cambiado, no es algo malo", dijo a CBN News. "Creo que Dios quiere traer avivamiento de nuevo a Estados Unidos".

Agradecido de estar en casa, Abedini todavía se enfrenta a retos para adaptarse de nuevo a su vida en Idaho con su esposa e hijos.

"Mi matrimonio no está pasando un buen momento por ahora, y necesito que las personas que oraron por mí lo continúen haciendo", dijo.

Aún así, mantiene la esperanza.

"Yo sabía que iba a pasar por este sufrimiento debido a mi fe, y sabía que Dios estaba usando esta oportunidad para dejar que se predicará el Evangelio, así que siempre me alentaba que las cosas que estaba pasando no eran inútiles, no eran para nada, y que cosas buenas saldrían de esto", dijo.

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