Dos mil sirios han sido aceptados en Estados Unidos, desde que comenzó la crisis de los refugiados, luego de pasar el proceso de selección gubernamental. Un grupo cristiano trabaja con ellos para ayudarles a adaptarse a su nueva vida. Gracias esto una familia siria ha tenido una transición exitosa en su nuevo país.

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Huyeron de zonas de guerra, sobrevivieron a campos de refugiados y llegaron a Estados Unidos por una nueva vida. Ahora, enfrentan nuevos retos.

¿Dónde vivirán? ¿cómo pagarán las cuentas? ¿cómo aprenderán inglés? ¿cómo llevarán sus hijos a la escuela? Preguntas de enormes proporciones que grupos cristianos están ayudando a responder.

"Esta es una labor muy significativa. Es una necesidad en nuestro mundo, y es algo que podemos hacer", dice Christine Baer, de Church World Services.

Es increíble lo que se puede hacer cuando la gente se pone de acuerdo. ¿Qué mejor forma de recibir a una familia de refugiados en el país que darles un apartamento amueblado, ya con comida en la nevera? Eso es exactamente lo que hacen las iglesias que se unen para servir y mostrarles el amor de Cristo.

El grupo Church World Services trabaja con iglesias nacionales para ayudar a los refugiados desde que ellos llegan al aeropuerto.

"Sabemos que van a venir. Recibimos un recibimos un e-mail, un aviso de llegada y así empezamos a trabajar", indica Baer.

Lo primero es encontrar una casa para que la familia pueda alquilar. Luego, lo llenan con todo lo que van a necesitar, como muebles y comida. Después, unen a cada familia con una iglesia. Ellos tienen una lista de iglesias que desean apoyar familias de diversos países y trasfondos.

"Un equipo de acogida es por lo general un grupo de la iglesia, pero también grupos de gente bien intencionada que se une para trabajar con una familia. Agrega un elemento holístico a la comunidad", precisa Baer.

La meta del grupo es simple: enseñar a las familias a ser auto suficientes en el país. Ese proceso ocurre por medio de tres aspectos: el reasentamiento, la consejería laboral y servicios de inmigración.

Ellos dan acompañamiento hasta por cinco años, para ayudarles a aclimatarse a su nueva sociedad.

"Es muy motivante ver familias marcar hitos importantes", comenta Baer.

Farhan, un sirio, llegó con su familia hace cinco meses. Su viaje inició en 2011 con la aprobación de la ONU para restablecerse en Estados Unidos. Entonces, se dieron cuatro años de proceso hasta que pudieron viajar y aquí, encontrar un hogar y una bienvenida inesperada.

"Teníamos una imagen errada de las personas aquí, pero todo eso cambió", expresa Farhan.

Gracias a Church World Services Farhan se siente más a gusto cada día. Su inglés ha mejorado, tiene empleo y su hija tiene la mejor nota en su clase de secundaria.

Antes de recibir estatus de refugiado, las familias esperan un promedio de tres años, mientras reciben la autorización sanitaria y de seguridad. Para muchos, ese tiempo se pasa en campos de refugiados o escondidos a la sombra de otros países de Oriente Medio, que ya están abrumados por el éxodo de refugiados.

Cuando Farhan y su familia fueron reasentados, un hijo cumplió 18 años y como adulto legal debía separarse de su familia.

"Él está solo en Jordanía. No tiene quién lo apoye. No se le permite trabajar allá y su situación es muy grave", dice Farhan.

Church World Services trata de ayudar, pero no es un proceso legal sencillo.

"Nuestra oficina está en condiciones de solicitar la reunificación familiar, para quienes han enfrentado ese tipo de separación. Ellos deben pasar por el mismo proceso de selección que los otros refugiados, entonces en promedio tarda tres años después de hacer la solicitud", dice Baer.

Christine contó la historia de una madre.

"Tuvimos una mujer quien llegó a Lancaster y no sabíamos que había sido separada de su esposo e hijos. Esta mujer recientemente fue reunida con su hija de 16 años, a quien no veía desde hace seis años. Ser capaz de ofrecer un espacio donde las familias puedan reunirse después de haber sido separados por tanto tiempo es extraordinario, no tengo palabras para describirlo", dice Baer.

Christine ve la perseverancia de estos refugiados como algo positivo y pide que los cristianos oren por ellos en su trayecto.

"Estas familias son resistentes, sobrevivientes en muchas formas y de ninguna manera indefensos", dice Baer.

Farhan quiere que sepamos qué con algo de ayuda, los refugiados pueden ajustarse a su nueva vida.

"Mi llamado es para decir que sí ocupamos ayuda al inicio, pero luego podremos levantarnos solos y hacer nuestra parte, trabajar para ser cada vez mejores", dice Farhan.

La familia de Farhan no ha tenido una travesía fácil y tienen muchos retos adelante, pero el apoyo que reciben de Church World Services es fundamental para ayudarlos a convertirse en miembros productivos de su nueva comunidad.

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