Mientras en distintas partes del mundo se celebra el mes del orgullo gay con un impulso a la "Ley de Igualdad" para ampliar las protecciones contra la discriminación para las personas LGBTQ, la Iglesia Evangélica enfrenta la amenaza de más consecuencias negativas si no se incorpora.

Pero un ex hombre transgénero y una ex lesbiana están hablando en voz alta, diciendo a "The Prayer Link" de CBN que ir a una iglesia y escuchar las enseñanzas bíblicas los liberó de su pasado.

"La Biblia dice que el pecado es divertido por una temporada", dijo Janet Boynes, una ex lesbiana en el programa. "Mi vida estaba tomando una espiral descendente, pero el Señor estaba trabajando en mi corazón".

Boynes estuvo en una relación con personas del mismo sexo durante 14 años antes de que un encuentro casual la llevara a la Asamblea de Dios de Maple Grove en Maple Grove, Minnesota.

"Ahí es donde la Iglesia me ayudó y me ayudó a salir de ese estilo de vida", dijo.

Boynes ahora dirige el ministerio internacional Janet Boynes que se centra en ministrar a las personas que han salido del estilo de vida de gays y lesbianas.

"Queremos ayudarlos y conseguirles un consejero adecuado, involucrarlos con su iglesia y hablar con las iglesias de todo el país sobre cómo pueden trabajar con los que están luchando", dijo.

Jeffrey McCall vivió durante dos años como una "mujer" transgénero llamada Scarlet y durante ese tiempo dijo que escuchaba en secreto al pastor Jentezen Franklin, con sede en Georgia.

McCall dijo que fueron esos mensajes basados en la Biblia los que finalmente llegaron a casa y comenzaron el proceso de libertad.

"Obviamente no iba a ir a la iglesia como Scarlet", explicó, "y durante ese período de tiempo, hubo muchas cosas que dijo. Y nunca olvidaré un mensaje: 'heridas profundas, curación profunda'. Hablaba sobre heridas tan profundas que a veces tenemos y sobre cómo el Señor puede curarlas".

"Ese fue un mensaje que me llamó específicamente la atención, al saber que existía un proceso de sanación que el Señor podría brindar a cualquiera de nosotros", continuó.

McCall dijo que vivir su vida como Scarlet lo llevó a la culpa, la depresión y los pensamientos suicidas.

Finalmente, clamó a Dios en el año 2016.

"Dije a Dios: '¿Viviré alguna vez para ti?", compartió en el programa. "Dije: 'Sé que Dios hay algo más que solo la iglesia. Hay algo que sucede en la vida de las personas donde tienen gozo y paz'. Y escuché a Dios decir: 'Sí, vivirás para mí'".

Jeffrey ahora está compartiendo su historia en su nuevo libro, "Por un tiempo así: de un transexual a un hijo de Dios".

También viaja por todo Estados Unidos para difundir el mensaje de que el amor de Dios puede transformar a los quebrantados y perdidos.