Le cortaron la mano derecha por negarse a rechazar a Jesús

Le cortaron la mano derecha por negarse a rechazar a Jesús

02-25-2020
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ABUJA, NIGERIA – En Nigeria la comunidad cristiana más grande del continente, intentan encontrar suficiente comida para sobrevivir día a día.

Nuestro compañero de CBN News, Chuck Holton, visitó un campo de refugiados para personas que han sido desplazadas internamente de sus aldeas en el norte y en el oeste, ahí recopiló los testimonios más impactantes de agresiones contra cristianos.  

Hay alrededor de 2.5 millones de desplazados internos en Nigeria, y eso hace que esta sea una de las crisis humanitarias más grandes del mundo en este momento. Y lo que todas estas personas tienen en común es que son cristianos.

Aisha Walla, de 29 años de edad, creció en el norte de Nigeria con su familia, viviendo una vida pobre junto con el resto de los habitantes de su pequeño pueblo. Ella es cristiana de uno de los grupos étnicos más grandes de África occidental. La vida era difícil para esta joven madre de dos niños, y estaba a punto de volverse mucho más difícil.

Boko Haram invade el pueblo

"En noviembre de 2013, Boko Haram invadió nuestra aldea", dijo. "Mataron a mi suegro y secuestraron a algunos de los niños que vivían con nosotros. Teníamos tanto miedo que huimos a las montañas".

Boko Haram ha existido durante mucho tiempo, han matado a miles de personas en todo el país de Nigeria y en otros lugares, hasta el punto de que, en 2015, fueron designados como uno de los grupos terroristas más peligrosos del planeta.

Gran parte de ese terror está dirigido a los cristianos. Enoch Yeohanna era un vecino de Aisha.

Quemando iglesias, matando miembros

"Comenzaron quemando iglesias, matando a los pastores y matando a los miembros", dijo. 

“El 29 de septiembre de 2014 fue el día en que atacaron mi pueblo. Alrededor de las diez recibí una llamada de que mataron a mi papá. Le pidieron que negara a Cristo y cuando él se negó le cortaron la mano derecha. Luego se negó [otra vez], cortaron hasta el codo. En el que se negó, antes de que le dispararan en la frente, el cuello y el pecho ", continuó Yeohanna.

Muchos de los 1,500 cristianos que viven en este campamento tienen historias similares. 

El ejército nigeriano ha lanzado grandes ofensivas contra Boko Haram en los últimos meses, e incluso con grandes pérdidas en ambos lados, parece que no hay un final a la vista. A pesar de las dificultades, estos cristianos desplazados creen firmemente en el poder de la oración.

"Si hay paz, no hay nada que nos impida ir allí", dijo Enoch Yeohanna.

"Mi fe ha ayudado a mi vida de oración y creo que las oraciones de los santos de todo el mundo nos han ayudado a superar estos tiempos difíciles", dijo Aisha Walla. "Mi esperanza es que Dios traiga a todos los desplazados a sus hogares para que podamos adorar a Dios juntos y vivir en paz".