Más de 100 líderes de la iglesia están tomando acciones legales contra el gobierno inglés y galés por obligar a las casas de culto a cesar los servicios dominicales en persona debido a otro cierre de COVID-19.

Los pastores dicen que las restricciones al culto público violan el artículo 9 de la Ley de Derechos Humanos sobre la libertad de expresar creencias religiosas. 

BREAKING: A group of church leaders last night launched a claim for judicial review of the English and Welsh government’s unprecedented decisions to close churches during lockdown.https://t.co/cNvaa1tdyA pic.twitter.com/og2MpG13XI

— Christian Concern (@CConcern) November 14, 2020

El Christian Legal Center  representa al grupo y argumenta que estas acciones de ambos gobiernos impiden el culto y, al mismo tiempo, dejan los lugares religiosos abiertos para actividades seculares. 

"Los gobiernos inglés y galés han introducido dos conjuntos sucesivos de medidas de bloqueo que han prohibido y criminalizado por completo el culto público comunitario, un aspecto central de la vida religiosa de los demandantes y sus congregaciones", se lee en el reclamo . "Con estas medidas, los gobiernos han infligido un terrible costo humano, sin una consideración rigurosa de restricciones menos onerosas, y como parte de un paquete que deja los lugares de culto abiertos a actividades seculares".

Se ordenó el cierre de los lugares de culto en marzo y luego se les permitió reabrir en junio para comenzar a realizar servicios públicos con distanciemiento. El último cierre solo permite que las iglesias estén abiertas para pequeños funerales y oración individual. 

Pero los líderes de la iglesia dicen que cancelar nuevamente los servicios dominicales no es razonable porque las casas de culto han implementado procedimientos que cumplen con las pautas de COVID-19 que reducen el riesgo de propagación del virus. 

El pastor Ade Omooba MBE, quien lidera el desafío judicial, dijo: "No nos ha quedado otra alternativa que buscar una revisión judicial sobre este tema crucial y en este momento significativo para la libertad de culto en la iglesia en este país. Que el gobierno reconozca la importancia vital del ministerio de la iglesia y el principio de autonomía de la iglesia del estado ". 

Y el ex obispo de Rochester, Michael Nazir-Ali, enfatizó que los pastores reconocen los peligros asociados con la pandemia, pero defender la libertad religiosa es primordial. 

"El principio de la libertad de culto debe mantenerse y las iglesias han sido asiduas en mantener la seguridad en los edificios y entre los fieles", dijo. "Existe un malestar generalizado entre muchos líderes de la iglesia por la falta de pruebas y consultas sobre la prohibición del culto colectivo.

"Los líderes de la iglesia ven el culto colectivo no como un extra opcional sino como vital para la salud mental y espiritual de los creyentes, especialmente para los solitarios y vulnerables".

Algunos funcionarios del gobierno, que han discutido las restricciones de COVID durante la pandemia, escribieron al primer ministro británico Boris Johnson para señalar que no hay evidencia científica que justifique cancelar nuevamente los servicios en persona, considerando las medidas que las iglesias han tomado para mantenerse seguras.

La ex primera ministra del Reino Unido, Theresa May, también expresó su preocupación por la política del gobierno.

"Mi preocupación es que el gobierno hoy ilegaliza la realización de un acto de adoración pública con las mejores intenciones, sienta un precedente que podría ser utilizado indebidamente por un gobierno en el futuro con las peores intenciones. Tiene consecuencias no deseadas", dijo.