El número creciente de muertos desde la toma del poder militar en Myanmar ha aumentado a más de ocho, con unos 4.500 heridos, según confirmó el grupo de vigilancia de la Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos .

Las fuerzas militares y policiales de Myanmar han abierto fuego contra manifestantes armados con simples palos y honda, a menudo matando a civiles inocentes, incluidos niños. En un video de vigilancia que se volvió viral, se ve a soldados disparando al azar a tres jóvenes, matando a uno de ellos. 

En medio de toda esta represión militar, el gobierno civil derrocado formó el Gobierno de Unidad Nacional. La mayoría de sus miembros están detenidos o escondidos. 

La mayoría de la población de Myanmar espera que los líderes de los países democráticos y las comunidades internacionales de todo el mundo reconozcan que es el gobierno legítimo. Y al hacerlo, evitará que el ejército de Myanmar mate a su propia gente.

Soe Myint, no es su nombre real, relata el día en que se unió a las protestas. 

“En ese momento tenía dos escudos. Me moví al frente para proteger a los demás. Pero alguien me disparó. Me golpearon en la mano y la bala también me dio en el pecho. Algunas personas a mi lado también recibieron disparos y una murió instantáneamente, ", Dijo Soe Myint a CBN News.

Myint ayuda a su madre viuda a cuidar de su familia. Necesitaba múltiples cirugías en su mano herida para poder usarla nuevamente. La iglesia cristiana de su aldea buscó la ayuda del personal de Operation Blessing . Llevaron a Myint a un hospital y se encargaron de las cirugías que necesitaba.  

"Alabo a Dios por las muchas bendiciones que me otorga. Esta es la primera vez que experimento tanto cuidado. Extiendo mi más sincero agradecimiento a Dios por salvar mi vida y a todos por ayudarme y cuidarme durante mi proceso de curación", él dijo. 

Desafortunadamente, las víctimas de disparos como Myint no pueden regresar a casa porque los militares las arrestarán. Así que huyen, como miles de otras familias, que ahora deben vivir en la selva.

El líder de la aldea, Uy Aye Chit, dijo que siente el dolor de los padres cuando sus hijos lloran porque tienen hambre. 

"No sabemos dónde conseguir comida y agua potable. Vivimos con miedo. Los aviones de combate vuelan sobre nuestras cabezas todos los días. No podemos usar la luz por la noche porque los militares podrían vernos", agregó. 

Para aliviar las miserables condiciones de vida de los refugiados, un equipo de Operation Blessing se arriesgó a ser arrestado y viajó por terrenos accidentados y ríos para proporcionarles alimentos, kits de higiene, medicinas y otras necesidades básicas.  

El líder de la aldea agradeció a la organización de ayuda benéfica sin fines de lucro en nombre de los refugiados. 

"Su apoyo significa mucho para nosotros, como el arroz, la sal, el aceite y la protección del techo es muy importante durante esta temporada de lluvias. Agradezco a Operation Blessing por venir a satisfacer nuestras necesidades en este momento difícil", dijo. 

El equipo de Operación Bendición pide oraciones mientras continúan brindando ayuda a los desplazados internos en las áreas de conflicto en Myanmar.