(Crédito de la imagen: CBN News)

Extremistas musulmanes en el este de Uganda mataron a un pastor cristiano de 58 años el mes pasado después de que se negó a cerrar su iglesia, que se encuentra cerca de su mezquita.

Morning Star News informa que el pastor Stephen Lugwire del estado de Bunangwe en el distrito de Namutumba fue atacado violentamente el 26 de octubre. 

El pastor y su hija de 23 años, Brenda Lugwire, salieron a su campo esa noche cuando tres hombres vestidos con ropa islámica comenzaron a gritarles.

Brenda dice que los hombres llevaban cuchillos largos y objetos contundentes mientras le gritaban "kafir" o infiel a su padre.

Cuando los hombres se acercaron, uno dijo: "Les hemos dicho que retiren la iglesia que está cerca de nuestra mezquita, pero no han escuchado nuestro mensaje. Hoy enfrentarán la ira de Alá".

La congregación del pastor Lugwire se ha reunido en el edificio de su iglesia durante los últimos dos años.

Brenda explicó: "Uno de los asaltantes golpeó a mi papá con un gran palo en la cabeza y se cayó". Mientras huía del área, vio a uno de los extremistas acuchillar a su padre. 

Luego de que el incidente fuera denunciado a la policía, las autoridades y la familia del pastor localizaron su cuerpo. Estaba gravemente herido con profundos cortes en el cuello y el pecho.  

Según Morning Star News , la policía descubrió que los sospechosos fueron a la casa de una mujer musulmana adinerada llamada Shamimu. 

Después de su arresto, Shamimu le dijo a la policía: "Los siervos de Alá entraron en mi casa para quitarse la ropa que llevaban puesto, porque estaban empapados en sangre, y dijeron que habían matado a un infiel, por lo que Alá los recompensará como lo hicieron. Estaban siguiendo los pasos de su profeta ". 

Ella continuó: "El pastor no honró a Alá al negarse a demoler la iglesia que estaba cerca de la mezquita, junto con sus actividades de ganar a sus miembros para el cristianismo".

El 30 de octubre se llevó a cabo un funeral para el pastor Lugwire. Los miembros de su iglesia tomaron represalias destruyendo la mezquita de los musulmanes, junto con otras propiedades, lo que provocó más tensiones entre los residentes locales. 

"Si no hubiera sido por la intervención de la policía y los líderes locales, todo el pueblo podría haber estado en llamas", dijo un funcionario de la zona que pidió permanecer en el anonimato. 

El pastor Lugwire deja a su esposa, un hijo y siete hijas.

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