El caos continúa en Pakistán después de que, según informes, una mujer casi fue linchada tras ser acusada de profanar el Corán.

Según informes, una turba musulmana intentó asesinar a Saima Masih, de 32 años, después de que la mujer fuera acusada de blasfemia, una acusación falsa cada vez más común en la nación del sur de Asia.

El asalto de la turba ocurrió el 7 de agosto en el pueblo de Kathore, y la madre de dos hijos escapó por poco de la muerte, informó Christian Daily International–Morning Star News .

“La turba habría linchado a Saima si la policía no hubiera llegado a tiempo y la hubiera rescatado”, dijo al medio el abogado de Masih, Akmal Bhatti, presidente de la Alianza de Minorías de Pakistán (MAP). “Según los informes, la turba también atacó a otros residentes cristianos del pueblo, obligándolos a huir de sus hogares y esconderse en los campos para salvar sus vidas”.

Bhatti dijo que él y su equipo acudieron al pueblo en cuanto se enteraron de la noticia, pero que cientos de musulmanes bloquearon la carretera. Mientras tanto, Masih fue detenida y acusada de un delito y, en virtud de esos cargos, podría enfrentarse a cadena perpetua; su familia ha huido y se ha escondido.

El abogado dijo que su cliente supuestamente negó los cargos, que se dieron después de que un vecino la acusara de profanar el Corán. Cree que podría ser el resultado de una “venganza personal” a manos de vecinos islámicos, según Christian Daily International–Morning Star News.

“La policía salvó la vida de Saima, pero presentó una denuncia por blasfemia contra ella bajo la presión de la multitud, lo cual es muy injusto”, añadió Bhatti. “La pobre mujer tendrá que sufrir ahora en prisión durante años mientras sus dos hijos se verán privados de su amor y cuidados”.

Como se informó anteriormente, estos incidentes se están volviendo trágicamente más habituales en Pakistán. David Curry, director ejecutivo de Global Christian Relief, dijo a CBN News que las leyes de blasfemia de Pakistán (regulaciones que restringen los desaires contra la religión) pueden conducir a este tipo de violencia colectiva y a males que se perpetran contra los cristianos.

“Tienen leyes de blasfemia muy estrictas, que describo como leyes de vigilancia que otorgan a cualquier extremista la capacidad de acusar a un cristiano de haber ofendido, de alguna manera, a Mahoma”, dijo Curry. “Y luego incitar a una multitud a atacarlos y, en muchos casos, matarlos”.

Dijo que algunos se basan en estas leyes de blasfemia para encarcelar y aplicar la pena de muerte a los cristianos, a menudo basándose en afirmaciones fraudulentas para defender su caso.

“En todos estos años que llevo haciendo esto, no recuerdo ningún caso que pareciera legítimo”, dijo Curry. “Es muy común que se presenten acusaciones falsas”.

Pakistán figura en la Lista Mundial de Vigilancia de Puertas Abiertas como el séptimo lugar más peligroso para los cristianos.

Curry dijo que es importante que los cristianos de todo el mundo unan su "voz colectiva para presionar a Pakistán". Señaló que el país quiere ser parte de la comunidad empresarial, animando a la gente a arrojar luz sobre estas injusticias para que la gente de Pakistán se levante y cambie estas conductas.