En el país asiático de Nepal, nueve de cada diez personas nunca han escuchado de Jesús. La mayoría de la población es hindú y solo un tres por ciento es cristiana. Pero, a través del testimonio fiel de los creyentes, el cristianismo va en aumento. Kris, es uno de ellos, él es un veterinario nepalí que comparte la Palabra de Dios en aldeas remotas mientras cura cabras y búfalos.

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Kris creció como hindú. Como la mayoría de sus amigos, creía que el rey actual era la reencarnación de un dios hindú.

Pero de adulto sintió que algo le faltaba.

Siempre me pregunté: 'los dioses siempre toman de mí, ¿habrá algún dios que me dé algo?'", dice Kris.

La respuesta vino cuando su esposa enfermó.

"Me dijeron que si la llevaba a la iglesia, la gente oraría por ella y sanaría. Y así ocurrió y decidí seguir a Jesús", comenta Kris.

Como nuevo creyente, Kris empezó a compartir su fe al viajar de una aldea a otra para tratar a las cabras y búfalos enfermos, que son muy importantes para los aldeanos.

"Dios me inspiró a ir a esta comunidad remota. Esta gente debe conocer a Jesús. Hay muchos que no conocen a Dios. Él me ha inspirado que ellos deben conocerle", expresa Kris.

Pero no fue fácil. La persecución por conversión en Nepal no es severa, pero según International Christian Concern, hay “discriminación general” hacia los no hindúes. Los aldeanos sospechaban de Kris.

"Los aldeanos me preguntaban: ¿Por qué haces esto? Yo les dije: ‘soy veterinario y también soy cristiano. Quiero saber qué piensa y yo le contaré sobre la fe cristiana.' Cuando dije eso me dijeron: Salga de nuestra aldea y nunca regrese. Me di la vuelta y decidí regresar a casa'", asevera Kris.

Cuando Kris se iba, Dios hizo un milagro. El aldeano que le dijo que se fuera, corrió tras él.

"Él dijo: Mi búfalo tiene dificultades para parir. Por favor venga y vea lo que tiene. Me equivoqué y sé que lo lastimé. Perdón. Quédese en nuestra aldea, sabemos que usted es un buen hombre y desea ayudarnos", relata Kris.

Kris regresó y cuidó de los animales. También ayudó a los aldeanos a mejorar su dieta.

"Solo comer arroz y sal no es sano. Muchos de sus animales estaban enfermos. Les ayudo con agua potable, servicios veterinarios y les enseño a cultivar vegetales, así puedo mostrarles a Dios", indica Kris.

Las cosechas impresionaron a los aldeanos. Pero, la respuesta espiritual tardó…

"Pasaron seis años para ver resultados. La gente recibió a Cristo, las iglesias empezaron a crecer. Este año ha sido muy bueno", dice Kris.

Ahora, la aldea tiene su propio pastor y una congregación.

Cuando la gente acepta a Jesús, su vida cambia. Dejan de embriagarse, dejan de fumar y de pelear. También dejan de ir a los templos hindúes. Ellos están comenzando a darle una nueva identidad a nuestra comunidad", indica un pastor aldeano.

Aunque el número de creyentes crece, ser cristiano en Nepal no es fácil… aunque la persecución violenta es rara.

"¿Si la sociedad te rechaza y te saca de su hogar? ¿Si amenaza con matarte? ¿Podrías seguir a Cristo?", pregunta el pastor a un hombre.

"Sí puedo y lo haré", contesta el hombre.

"Hoy te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", dice el pastor.

Aún con el éxito que ha tenido en esta aldea, Kris sabe que su labor no ha terminado. Él dice que hay más aldeas remotas que necesitan un buen veterinario y conocer el nombre de Jesús.

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