Foto: Facebook de Art Productions Dejando Huellas

En uno de los teatros más importantes de Costa Rica, se presentó una obra cargada de valores y principios cristianos. Esta presentación no solo impactó positivamente al público, sino al propio elenco.

La productora “Art Productions Dejando Huellas” presentó en el teatro costarricense Eugene O'Neill la obra de teatro “San Zapatero”.

El espectáculo dramático fue escrito en los años 80, por el dramaturgo costarricense Melvin Méndez.

Para Esteban Valverde, director de “San Zapatero”, esta obra de teatro no solo fue hecha para entretener, sino para transformar a la sociedad costarricense.

“Lo que nos motiva a seleccionar estas obras, específicamente de Melvin Méndez, es que el contenido que tiene crea esa expectativa transformadora que no solamente es hacer teatro por cumplir un tema artístico, sino que llevamos más allá un cambio de pensamiento, a que las personas puedan encontrar a través de la obra puedan encontrarse con Dios”, dice Valverde.

“San Zapatero” relata la historia de caliche, un zapatero de barrio, que es visitado por un ángel, quien a cambio de tres deseos le pide su alma. Él tras mucho batallar finalmente logra tranzar con el ángel su partida, no sin antes ver cumplidos sus deseos aquí en la tierra. Deseos que demuestran su altruismo y su generosa manera de ver el mundo.

Pero, no solo el personaje ficticio caliche vio cumplirse sus deseos, el elenco de la obra del teatro ha experimentado de primer mano el poder milagroso de Dios en sus vidas.

Conocimos a Ariadny Blanco, una niña que huyó de Venezuela hace 3 meses, debido a la crisis que sufre el país. Y ahora en Costa Rica, ella asegura que Dios le cumplió su deseo.

“…a veces no teníamos qué comer y ya todo eso impulsó para venirnos. Mi hermano se vino primero y él ayudó a pagar el pasaje para venirnos nosotras y bueno ya aquí otra cosa, ustedes me tenían que ver cuando yo llegué, yo era la niña más feliz viendo todos los dulces, todas esas cosas que ya en Venezuela no se veía. Y bueno, gracias a Dios una vecina de nosotros conoce a Esteban, el director, y ella nos contó que Esteban estaba haciendo una obra. Fue cuando los conocí a ellos, personas súper maravillosas, con los que yo estoy totalmente agradecida”, comenta Blanco.

“San Zapatero” no solo trata principios como la bondad y el amor, también temas como la violencia intrafamiliar.

Tatania Mora, quien interpreta a “Flory”, una mujer agredida por su esposo, nos cuenta qué intentan ellos transmitir al público con el testimonio de vida de su personaje.

“Siempre yo pienso que se tocan estos temas de una o de otra forma en cada persona que lo ve, no solo la persona agredida, si tenemos personas agredidas en el público, sino también que talvez haya un agresor y que de una u otra forma pueda pues hacer conciencia. Pues esa es la fe por lo menos nuestra de poder llegar a la conciencia del ser humano y cambiar esta realidad que marca tanto a Costa Rica y a los países de América Latina”, precisa Mora.

“San Zapatero” no solo ha sido presentada en este prestigioso teatro, también ha sido llevada a centros educativos, a cárceles y zonas vulnerables del país. Sus creadores la utilizan como una herramienta para llevar a muchos a los pies de Jesús.

“Para mí lo más importante, es el mensaje que quiere dar el autor, porque por medio del ángel él lo da, este sería la falta de amor, de bondad y el mismo hecho de creer en Dios. Hay un texto muy específico que dice: ‘hay personas que no creen en Dios y el Señor está esforzándose, sudando la gota gorda para que empiecen a creer’”, indica Jonathan Campos, quien interpreta “El Ángel”.

“Dejando Huellas” planea seguir mostrando el amor y la bondad de Jesús a quien lo necesite. En cada boleto adquirido, ellos ven una oportunidad de salvación.