Como decía Dan Akroyd en "The Blues Brothers", el actor Jonathan Roumie está "en una misión de Dios".

Roumie -un católico devoto de la ciudad de Nueva York- ve su trabajo representando a Jesús en la exitosa serie basada en la Biblia "Los Elegidos" como un ministerio, dijo a CBN News. El actor de 49 años hizo el comentario durante una breve entrevista desde el Hotel Four Seasons de Beverly Hills en Los Ángeles.

Estaba relajado pero comprometido, serenándose tras enterarse segundos antes de que su imagen -vestido con ropa del siglo I, por supuesto- es uno de los primeros resultados que aparecen en una búsqueda de "Jesús" en Google".

No es de extrañar que el rostro de Roumie haya quedado, para muchos, inextricablemente unido a la percepción que tienen de su Salvador, un fenómeno complejo que sin duda pesa mucho en la mente de la celebridad. Pero con una serie que ha sido emitida más de 500 millones de veces, la correlación era inevitable.

De vuelta a la realidad, donde llevaba un sombrero de fieltro de terciopelo y una chaqueta adornada con manchas de leopardo, Roumie dijo que es "completamente desafiante estar incluso en la misma frase que Jesús".

"Pero Él en cierto modo me puso aquí", dijo Roumie tras exhalar su emoción. "Así que no puedo rehuir completamente la asociación. Para mí, lo que hago tiene un sentido de misión, y resulta que es en forma de entretenimiento. Y creo que ése es el don con el que Dios me ha dotado".

"Sólo sigo a donde Él me lleva", continuó el actor. "Y toda mi vida y mi carrera me han llevado a este punto, y lo que ocurra en el futuro y dónde me ponga Dios y cómo desarrolle mi carrera depende de Él. Sólo oro para ser siempre cómplice de sus designios y no intentar arrollarlos con mis propias esperanzas y deseos".

Como actor que cree en la inspiración divina del material fuente de la serie -la Biblia-, Roumie sabe hacia dónde se dirige su personaje. Con la crucifixión persistente sobre su cabeza, el actor afirma que quizá ahora sea más importante que nunca estar "presente", personal y profesionalmente.

La cuarta temporada, que se estrenará en los cines el 1 de febrero, se centra en la persecución de los discípulos mientras Jesús prepara a sus perplejos y, a veces, desalentados seguidores para lo que se avecina.

Sin un esfuerzo intencionado por permanecer en el presente -una práctica que Roumie dice haber aprendido del propio Jesús- sería fácil perder de vista su trabajo, la "misión".

"Como actor, debo tener cuidado de no telegrafiar demasiado, porque entonces tampoco estoy presente", explica Roumie. "Así que mientras yo esté presente, todo el mundo lo sabe; no tengo que explicar al público lo que va a pasar; ellos ya lo saben".

Y continuó: "Como Jonathan, es lo mismo. Intento no pensar demasiado en el futuro, porque me saca del presente. En mis interacciones con la gente, hablo precisamente de eso, de lo importante que es estar en el momento presente, y de cómo Jesús debió de ser la persona más presente que jamás haya existido, para poder conectar con la gente al nivel que describimos en "Los elegidos"".

Volviendo a la línea a menudo difusa entre él mismo y el único Jesús verdadero, Roumie dijo que intenta llevar esa misma presencia a sus interacciones con los fans de la serie, que ha narrado el ministerio terrenal de Jesús y terminará con su ascensión al cielo.

"Cuando interactúo con los fans... intento estar presente con la persona, ¿sabes? "Y permitirles que expresen lo que sienten acerca de Jesús y de mí representando a Jesús y, a veces, esa línea se siente un poco borrosa, pero eso es parte de esta experiencia, así que creo que es importante simplemente estar presente".

Jake y Elwood estaban en una ficticia "misión de Dios" para salvar un orfanato. Roumie tiene la misión de representar a un personaje muy real, Jesús, y su promesa de salvar a cualquiera que confíe en Él.

Con tanto en juego, no es de extrañar que encuentre el trabajo "completamente humilde".

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