William Lapschies, el sobreviviente más longevo del virus COVID-19 celebró su 104 cumpleaños la semana pasada. (Crédito de la captura de pantalla: CDC / YouTube)

Un veterano de Oregon de la Segunda Guerra Mundial que sobrevivió a la Gran Depresión, a la gripe española y ahora al Coronovarius, acaba de celebrar su 104 cumpleaños esta semana.

William Lapschies ha desafiado las probabilidades después de convertirse en una de las personas más longevas del mundo en haberse contagiado del coronavirus, y recuperarse satisfactoriamente.

“Está completamente recuperado. Es muy alegre”, dijo un miembro de la familia a Oregon Live.

Los familiares de Lapschies le organizaron una fiesta, cumpliendo las medidas de las autoridades como el distanciamiento social. Le llevaron globos y un pastel de doble capa. "Porque ama el chocolate", añadió el miembro de su familia.

Cuando se le preguntó acerca de cómo pudo sobrevivir a este virus mortal, Lapschies no se llevó nada del crédito. "Simplemente desapareció", dijo a las cámaras en la celebración del cumpleaños con algunas risas.

Uno de los reporteros le preguntó a Lapschies: “¿qué se siente cumplir 104 años de edad? Él contestó: "Se siente muy bien. Lo hice", dijo esto acompañado de una risa llena de felicidad.

Pero no siempre fue un asunto de risa. No mucho después de que comenzó a sentirse enfermo, estaba luchando por sobrevivir. Parecía que no podría hacerlo. Su fiebre aumentó y tenía problemas para respirar. Los médicos estaban hablando con la familia sobre cómo prepararse para lo peor.

Parecía casi inevitable, ya que dos personas en el hogar de veteranos en el que vive ya fallecieron debido al virus.

Además de "irse", la familia atribuye algunas otras razones a la supervivencia de su padre.

“Tiene una actitud tan optimista. Nunca está triste".

La parte más desafiante para él ha sido el bloqueo, ya que normalmente está fuera y conversando con la gente.

Según Oregon Live, Lapschies en realidad nació justo en medio de otra pandemia: la influenza. Más de 50 millones murieron en todo el mundo durante ese tiempo.

Pero Lapschies sobrevivió.

Ahora está sobreviviendo una vez más. Sin el coronavirus, está ansioso por hablar con las personas en la misma habitación, en realidad cara a cara, en lugar de por la ventana o por teléfono.