La ex presentadora de noticias convertida en partidaria incondicional de Trump, Kari Lake, se llevó a casa la nominación republicana en la carrera por el cargo de gobernador de Arizona esta semana. 

Es solo la evidencia más reciente de que Trump sigue siendo el principal hacedor de reyes en el partido republicano.

Luego de varias victorias importantes en las primarias esta semana para los candidatos que apoyó, el ex presidente se dirigió a Wisconsin el viernes por la noche para reunir apoyo para Tim Michels, un candidato republicano a gobernador. 

Luego, Trump llegó a Texas, donde encabezó la Conferencia Anual de Acción Política Conservadora, que comenzó el jueves. 

El ex presidente se dirigió a la multitud el sábado por la noche y discutió una serie de temas, con gran énfasis en poner a Estados Unidos primero.

“Salvaremos a nuestra nación y el poder, la prosperidad y el prestigio de Estados Unidos volverán y volverán con fuerza. La victoria no puede llegar demasiado pronto”, declaró Trump.

El presidente número 45 habló sobre la teoría crítica de la raza y el género y prometió defender los derechos de los padres para aquellos con niños en edad escolar.

“La oración en la escuela está prohibida, pero los espectáculos de drag están permitidos”, dijo Trump. "No se puede enseñar la Biblia, pero se puede enseñar a los niños que Estados Unidos es malvado y que los hombres pueden quedar embarazados".

Agregó: "Tenemos que restaurar un estándar de justicia en Estados Unidos. Si hacemos todo esto, si detenemos el crimen, aseguramos la frontera, salvamos la economía, defendemos nuestra cultura y recuperamos nuestra democracia, entonces los conservadores de Estados Unidos primero serán  recompensado con una mayoría gobernante que transformará la política estadounidense para siempre", señaló Trump.

"La izquierda radical será desterrada al olvido político", continuó. "Salvaremos nuestra libertad, salvaremos a nuestros hijos y salvaremos a nuestro país. Pero la tarea no será fácil. Juntos nos enfrentamos a algunas de las fuerzas más amenazantes, intereses arraigados y despiadados oponentes, que nuestro pueblo, nuestro país, jamás haya visto", anunció Trump.

Concluyó con un grito de guerra: "Haremos que Estados Unidos sea poderoso nuevamente. Haremos que Estados Unidos sea rico nuevamente. Haremos que Estados Unidos sea fuerte nuevamente. Haremos que Estados Unidos se sienta orgulloso nuevamente. Haremos que Estados Unidos sea seguro nuevamente y haremos que Estados Unidos sea grande nuevamente".

El senador Ted Cruz (R-TX) también se dirigió a los asistentes de CPAC el viernes diciendo que Estados Unidos está en crisis pero que se avecina un resurgimiento.

"A lo largo de la historia estadounidense, la política siempre ha tenido un sentido de péndulo natural", dijo Cruz. "Un partido llega al poder, van demasiado lejos en una dirección y el pueblo estadounidense lo retira. Vamos a ver en noviembre no solo una ola roja, sino un tsunami que arrasa este país".

Otros oradores del evento fueron el gobernador de Texas, Greg Abbott, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, y la excandidata a la vicepresidencia y gobernadora de Alaska, Sarah Palin.