Al principio, Janelle Wooford pensó que tenía una indigestión. Cuando el dolor empeoró, llamó al 911. Entonces, momentos después de que llegaran los paramédicos, Janelle dice que todo se volvió blanco y experimentó el más allá.

"No me dolía nada. ¿Qué estarían haciendo en la Tierra? No me preocupaba nada. No me preocupaba nada y me sentía abrumada por la paz, la alegría y la gloria de todo aquello", recuerda Janelle.

Todo empezó con un ataque al corazón que la mató. Fue entonces cuando el espíritu de Janelle fue transportado al Cielo.

"Bastante rápido después de terminar de comer tuve una sensación que me pesaba en el pecho, pero sólo se sentía como una indigestión y realmente no pensé mucho en ello", cuenta Janelle a CBN. "Entonces noté dolor en mi hombro izquierdo. Empezó a subir cerca de mi mandíbula".

"Mi respiración se estaba volviendo un poco más difícil, superficial, y de repente me puse muy húmeda y sudorosa", dijo Janelle. "Fue entonces cuando empecé a pensar que tal vez me pasaba algo en el corazón. Llamé a mi hija para que viniera a hablar conmigo y le dije que no me encontraba bien, que me parecía que tenía que ir al hospital".

"Me dijo: 'Llama al 911'", cuenta Janelle, describiendo la frenética respuesta de su hija. "Así que lo hice. Vinieron y recuerdo que el paramédico empezó a hacerme preguntas, quién era, cómo me sentía, y yo empecé a describirle el dolor y todos los síntomas que sentía. De repente, dije: "Me duele la cabeza". Dije, 'Y mi visión.' Y en ese momento todo lo que vi fue como un velo, un velo blanco y nublado que cayó. Y eso fue todo".

"Lo siguiente que sé es que estaba en un lugar brillante, brillante y estaba abrumada de alegría y paz y felicidad", dijo Janelle cuando se encontró en el Cielo. "Miraba a mi alrededor, a todo el mundo, intentando ver quién estaba allí. Era un lugar reconfortante. Era como un lugar familiar. Sabía que la gente que quería estaba allí, y miraba para ver qué había y quién estaba allí. Era simplemente hermoso. Sin dolor, sin miedo, sólo paz, comodidad, alegría. Era increíble. ¿Por qué querrías irte? Yo no quería".

"Mientras estoy haciendo todo eso, oigo que gritan mi nombre", dice Janelle, llevándose la mano a la oreja. "Yo decía: 'No, gracias, soy feliz aquí. Me quedo aquí. Estoy disfrutando de esto. No voy a dejarlo'. Entonces volví a oír mi nombre y me dije: 'Oh, ¿tengo que contestar?'. Dije, 'Tal vez si respondo, me dejen volver.' Así que respondí, y en el momento en que respondí a mi nombre, se había ido. Yo estaba de vuelta allí con los paramédicos, ya no en el Cielo ".

"Entonces empezaron a informarme de lo que estaba pasando", cuenta Janelle sobre los paramédicos que la atendían. "Me dijeron que en realidad había tenido un infarto, que tenían que practicarme la reanimación cardiopulmonar y darme una descarga para recuperarme. Me dijo que llevaba muerta entre dos minutos y dos minutos y medio, que no me latía el corazón".

La llevaron a un hospital donde le dieron el diagnóstico.

"Acabé teniendo un desgarro en una de mis arterias, un desgarro muy pequeño", dice Janelle. "Me dieron algunos medicamentos para el corazón y me dijeron que no me pasaría nada y que se curaría solo. Sólo estuve dos días en el hospital y pude irme a casa".

"Realmente creo que el Señor me dejó pasar por esto por mi hija", dice Janelle sobre su experiencia celestial. "Para que ella pueda tener esa seguridad de saber, saber de verdad, que Jesús es real, Dios es real, el Cielo es real y que todo vale la pena. Saber que cualquier cosa por la que pases en esta tierra, en esta vida terrenal, por mala y dura que sea, vale la pena conocer a Jesús como tu salvador y confiar en Dios con todo lo que estás pasando".

"No hay nada en esta tierra que pueda siquiera darte una comprensión de lo asombrosa y gloriosa que es la paz y la alegría allá arriba. El conocimiento de saber que el Cielo está allí esperando por mí, por todos los que confían y creen en Él - es simplemente increíble".

ABAJO: Vea el asombroso testimonio de Janelle en The 700 Club