Todo empezó con un sueño. Así describió el actor y productor Kevin Downes su fascinante viaje lleno de fe a Hollywood.

Downes, de 51 años, que recientemente produjo la exitosa película "Jesus Revolution", contó en el programa "Fe vs. Cultura" de CBN cómo se mudó a Los Ángeles hace 30 años y conoció al también actor y fundador de Pure Flix, David A.R. White, en un estudio bíblico.

"Parece que fue ayer... sentados frente a su casa, éramos jóvenes de 21 años, mirando a las estrellas, hablando, lamentándonos de por qué no conseguíamos suficientes audiciones y esto y lo otro", dijo Downes. "Un día, recuerdo la conversación. [Decíamos: 'Algún día, los estudios producirán nuestras películas o nosotros produciremos películas para los estudios y se estrenarán en los cines de todo el país'".

Downes dice que era un sueño compartido que los dos no sabían cómo hacer realidad, pero que entendían que había quedado grabado en sus corazones. Tres décadas después, Downes se ha convertido en un actor y productor de éxito, White ha lanzado Pure Flix y ha protagonizado decenas de películas.

"Dios encontró la manera de que sucediera", dice Downes. "No creo que ni en nuestros sueños más salvajes pensáramos que fuera posible llegar a la escala actual".

El actor dijo que toda la experiencia es "un regalo". "Es una bendición y es Dios", dijo Downes, citando la increíble acogida del público a "Jesus Revolution", una película que ayudó a crear junto a los hermanos Erwin (los cineastas cristianos Jon y Andy Erwin).

Dijo que ve a Dios en todos los detalles increíbles, señalando cómo se basó en gran medida en la oración a lo largo de su viaje de reconocer esos sueños.

"Si lo piensas un momento, estas películas que estamos contando están tan centradas en Dios... Jesús está en todas ellas", dijo Downes. "Y que los estudios de Hollywood las financien y apoyen a los cineastas de la forma en que Lionsgate nos apoya a mí, a John y a Andy, y nos permite hacer las películas que queremos hacer, es algo que sólo Dios podría abrir esas puertas".

Y continuó: "Siento que soy el destinatario de un verdadero regalo que Dios me ha dado en este período de tiempo".

Downes dijo que su intención es contar sólo las historias que Dios quiere que cuente, y no está interesado en perder el tiempo en proyectos fuera de este ámbito.

"Si [las historias] no impactan a la gente, entonces, en mi opinión ... es una pérdida de tiempo", dijo.