Dos padres de Virginia se centran en el heroísmo de sus hijos fallecidos tras el incendio que acabó con sus jóvenes vidas.

James y Reina Brice recuerdan vívidamente la mañana del 10 de abril, cuando su casa de Clifton, Virginia, se incendió.

Los hijos de los Brice y sus padres estaban dentro cuando la casa se incendió, informa WJLA-TV.

Y mientras los abuelos y Logan, de 8 años, pudieron escapar con vida, Zachariah, de 3, y William, de 6, quedaron atrapados mientras el humo llenaba la casa.

Logan llamó al 911 y los bomberos del condado de Fairfax llegaron rápidamente y rescataron a William y Zachariah de una habitación del segundo piso.

«(Los bomberos) encontraron a William cubriendo a Zachariah como un escudo», dijo Jamey.

Los bomberos le practicaron la reanimación cardiopulmonar durante 45 minutos, algo que la familia considera un milagro en medio de la tragedia.

«El milagro fue que no los perdimos el miércoles y tuvimos esos días extra para tener tanto tiempo», dijo Jamey a NBC Washington.

Un equipo médico los llevó al hospital y, aunque parecía que los chicos no tenían quemaduras en el cuerpo, los daños por inhalación de humo eran importantes.

«Eso fue lo más doloroso para nosotros: aún podíamos ver sus latidos en la pantalla y sus constantes vitales, pero no había actividad cerebral debido a la inhalación de humo», dijo Jamey a PEOPLE.

La familia cristiana dijo al medio que estaban creyendo en un milagro y que habían estado «orando para que sobrevivieran a las heridas».

William y Zachariah murieron cuatro días después.

La familia Brice decidió donar los órganos de su hijo afirmando que su legado salvará la vida de docenas de otros niños.

«Somos cristianos y tenemos fe, y sabemos que otras personas están orando por los mismos milagros que nosotros», añadió. «Si pudiéramos ser una oración respondida o un milagro para otra familia, eso nos reconfortaría».

Los chicos pudieron operarse juntos y entre los órganos donados estaban sus corazones.

«La idea de que esos dos grandes corazones llenos de amor y alegría... puedan seguir viviendo en otra persona que sabemos que va a ser una bendición total», dijo Jamey.

La familia dice que recuerdan a sus hijos como héroes, pero también que siguen adelante con un nuevo propósito: compartir la esperanza eterna que les hace superar cada día.

«Como creemos que están en el cielo y que los volveremos a ver, es posible compartir esa esperanza», dijo Reina Brice.

La familia organizará un servicio conmemorativo el sábado, que se denomina "fiesta", para honrar el entusiasmo de los niños por la vida.

"Estamos equilibrando el dolor de extrañarlos y al mismo tiempo el orgullo de que nuestro hijo de 6 años haya tomado una decisión tan heroica", dice James. "A través de la donación de órganos, también tenemos la esperanza de que otra familia pueda vivir un milagro gracias a nuestros niños".

El Departamento de Bomberos y Rescate del Condado de Fairfax dice que la causa del incendio sigue bajo investigación.