JERUSALÉN, Israel – El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, agendó otra reunión importante –en Mar-a-Lago, con el expresidente Donald Trump– luego de regresar de un discurso muy exitoso y una serie de reuniones en Washington a la guerra de siete frentes contra una miríada de representantes iraníes que atacan a Israel, desde Teherán hasta Yemen.c 

Las 57 ovaciones de pie que recibió el Primer Ministro ante el Congreso dan testimonio de su capacidad única para comunicar, la búsqueda de su gobierno de la victoria en las guerras contra Hamás, Hezbolá e Irán, así como sus esperanzas para el futuro de la posguerra, que incluyen una alianza militar en Medio Oriente contra Irán y una extensión de los Acuerdos de Abraham. 

Su éxito también se midió –en cierta medida– por quienes buscaban derrocarlo a él y a su gobierno de coalición. El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, quien a mediados de marzo pidió en el pleno del Senado la destitución de Netanyahu y la convocatoria de nuevas elecciones israelíes, asistió a regañadientes a su discurso. 

La administración Biden, que pospuso cualquier reunión en Washington con el líder más antiguo de Israel durante la mayor parte de dos años, finalmente cumplió con lo que parecía un encuentro con Netanyahu en la Casa Blanca. 

La vicepresidenta Kamala Harris, quien ahora, como candidata presunta de su partido para presidente debe navegar la traicionera división interna del partido entre los progresistas ferozmente anti-Netanyahu y los moderados partidarios de Israel desde hace mucho tiempo, no se presentó al discurso de Netanyahu en la sesión conjunta del Congreso que ella habría presidido (como lo hizo recientemente con el presidente ucraniano Zelenskyy). 

Harris se reunió con el primer ministro el jueves, pero JNS News informa que, según un relato del Comité Nacional Republicano, “la aparición de Kamala con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, después de que ella despreciara su discurso ante el Congreso, duró un total de 14 segundos antes de que la prensa fuera expulsada de la sala”. Los miembros de los medios lograron capturar varias fotos antes de la reunión privada de 40 minutos. 

Las apariciones de Benjamin y Sara Netanyahu con familiares de rehenes retenidos por Hamas, incluida una con el presidente Biden en la Casa Blanca, han reavivado las esperanzas de un acuerdo para los cautivos que implique otro intercambio de prisioneros con Hamas. 

La política de “los rehenes primero” ha sido impulsada implacablemente durante meses por figuras del gobierno y los medios de comunicación, tanto en Israel como en Estados Unidos, sabiendo que las demandas de Hamás incluyen el fin de la guerra. 

Netanyahu se ha mantenido firme en la creencia de que sólo una intensa presión sobre Hamás obligará al grupo terrorista a liberar a los cautivos, y nuevamente el miércoles por la noche enfatizó que el objetivo es la victoria. 

As Netanyahu Addressed Congress, Jihadist Flags Flew and 'Iran's Useful Idiots' Terrorized DC and Vandalized DC Monuments with a Spraypainted Threat: "Hamas is Comin" https://t.co/LIaXFfZGBR pic.twitter.com/JAtHl5KcBZ

— CBN News (@CBNNews) July 26, 2024

El primer ministro regresará a Israel este fin de semana con una minoría vocal que marchará en las calles todos los sábados por la noche para el fin de su gobierno, y es probable que Irán reanude los lanzamientos de cohetes desde el sur del Líbano y el Mar Rojo, y quizás desde Irak y Siria. 

Aún así, el hombre que rompió el récord de Winston Churchill en discursos ante el Congreso esta semana regresará con su gobierno intacto, sabiendo que defendió el futuro de Israel de la forma que sólo él puede hacerlo: con un recordatorio de que el pueblo de Israel tiene un derecho de 4.000 años sobre su tierra.