Captura de pantalla de Michael Knowles/YouTube

“Sólo Dios puede hacer eso”.

Esas son las palabras de Lex Renick, una mujer que anteriormente se identificaba como un hombre transgénero antes de que ella y su esposo -que solía identificarse como homosexual- llegaran a la fe en Jesús.

Nic y Lex Renick se casaron el 30 de mayo de 2020, cuando ambos vivían sus estilos de vida LGBT. Desde entonces, se han alejado de sus decisiones pasadas, Lex restauró su identidad femenina y volvió al nombre que le dieron al nacer y Nic abandonó su identidad homosexual.

La pareja se casó como marido y mujer, pero, desde sus respectivas experiencias de salvación, ahora se identifican como una pareja heterosexual: marido y mujer. Recientemente hablaron con Michael Knowles de The Daily Wire sobre sus experiencias de salvación en una larga entrevista.

Knowles, un católico, describió el testimonio de la pareja como "una de las historias más locas que he oído jamás".

Además de restaurar su vida espiritualmente, Lex y Nic le dijeron a Knowles que están viendo una restauración física. Los dos ahora comparten un bebé sano y, al principio de su relación, Lex se sometió a biopsias y le dijeron que tenía células cancerosas en su cuerpo. Pero un médico de Planned Parenthood le dijo recientemente: "Esto no tiene ningún sentido físico, pero ya no tienes células cancerosas en tu cuerpo".

"Creo que esto demuestra que cualquiera puede transformarse o convertirse en lo que quiera", dijo Nic sobre su experiencia juntos. "Pero nadie habla de transformarse de nuevo en el diseño original que se supone que eres".

Y continuó: "El mundo puede decirte mucho sobre quién 'se supone que debes ser' basándose en tus intereses o en tu tipo de personalidad, e intentar encajarte en todas esas cajas locas y extravagantes que podrían... hacerte sentir incluido durante un tiempo".

Por su parte, Lex habló sobre el hecho de que creía en la “mentira” de la comunidad LGBT.

“El mundo entero en la comunidad queer decía: 'Bueno, ya sabes, si Dios te creó, entonces Dios te hizo de esta manera'”, recordó haber escuchado. “[Pero] ese argumento no funciona con la comunidad trans. Porque si decimos: 'Dios me hizo así', entonces eso significa que debería haber sido mujer”.

Lex continuó explicando a Knowles que encontró consuelo en la comunidad LGBT, porque estaba desesperada por encontrar identidad y pertenencia, algo que no había encontrado antes en su familia o en su fe.

Creció en un hogar abusivo, uno que decía ser “cristiano”, con una madre que luchaba contra el alcoholismo e incluso una vez le dijo a Lex: “Si hubiera sabido que ibas a ser mi hijo, te habría abortado”, un comentario que hizo su madre después de enterarse de que Lex luchaba con su sexualidad e identidad de género.

Cada vez que intentaba encontrar consuelo y seguridad en su familia o en una iglesia, Lex decía que "me rechazaban". Finalmente, encontró la pertenencia que deseaba en el movimiento LGBT.

"Corrí hacia esta comunidad amorosa, que era la comunidad queer, porque me aceptaban por mí misma, no porque necesitara la edificación o la aceptación de la iglesia", recuerda. "Sólo necesitaba un grupo de creyentes o una familia que me abrazara y me dijera: 'Oye, vamos a acompañarte en este viaje'. Pero todo lo que encontré fue rechazo".

Nic, por su parte, empezó a identificarse como homosexual cuando era adolescente, pero nunca se enfrentó al aislamiento y el rechazo que sufrió Lex. Su familia, dice, "nunca trató de cambiarme", aunque no estaban de acuerdo con su identidad sexual, pues creían que contradecía el diseño divino para hombres y mujeres.

“No toleraron ni estuvieron de acuerdo con lo que estaba haciendo, y ese es el modelo cristiano exacto de cómo creo que debemos dirigirnos a la comunidad”, dijo. "No podemos evitar, rechazar ni tolerar al mismo tiempo".

Inicialmente, como hombre transgénero (es decir, biológicamente mujer) y hombre homosexual, la pareja quería tener hijos, incluso cuando Lex se identificaba como hombre. Pero desde su transformación, han abandonado sus identidades anteriores y ahora son fieles a sus realidades biológicas: una mujer y un hombre.

Actualmente tienen un hijo en común y acaban de anunciar que están embarazados de su segundo bebé.

La pareja dijo que finalmente encontraron una iglesia en Las Vegas donde, aunque sus líderes no aprobaban su estilo de vida LGBT, los acogieron tal como eran. Fue allí donde experimentaron una verdadera transformación espiritual.

“Ellos eligieron amarnos”, dijo Lex sobre la iglesia a la que asistían. “Y eso ministró mucho a nuestros corazones porque pudimos estar con más creyentes y permitir que Dios hiciera la obra en nuestros corazones y luego tener amigos en nuestras vidas para animarnos a guiar al Señor en lugar de separarnos y hacer algo así. vigilando a Jesús sacando a la gente de la iglesia”.

En marzo, Lex y Nic renovaron sus votos matrimoniales por primera vez como marido y mujer.

"Estoy tan asombrada de la bondad de Dios", escribió Lex en un post de Instagram. "Él es tan bueno. Tantas lágrimas escuchando a mi marido decir 'Sí, quiero', después de que el pastor Ivan dijera 'La aceptas como tu novia'. Palabras que nunca pensé que serían tan dulces de escuchar en lo profundo de mi alma. Que honor es ser la novia de Nic. Qué honor es servir a Dios juntos y construir Su Reino".