Han pasado 55 días desde que el huracán Helene azotó el oeste de Carolina del Norte. La marejada ciclónica arrasó con pueblos pintorescos, comercios y recuerdos de muchas de las personas que vivían en localidades como Asheville, Burnsville y Black Mountain.

La búsqueda diaria de alimentos y agua se ha aliviado un poco para algunos residentes debido a que hace apenas unos días se levantó la recomendación de hervir el agua para más de 100.000 residentes.

Pero a medida que bajan las temperaturas, los residentes se preocupan por cómo sobrevivir al invierno. 

"Mientras tanto, la gente se prepara para el Día de Acción de Gracias y otras ocasiones festivas, aquí, para los habitantes de esta región y de los pueblos de montaña de los alrededores, es un juego de supervivencia todos los días", explicó Hayley Henson, coordinadora de medios de Operation Blessing (Operación Bendición). 

Henson compartió recientemente la actualización describiendo cómo ha sido la vida para las personas, incluida ella misma, en el área de Asheville.

"No podemos abandonar esta zona de desastre. Es nuestra realidad cotidiana", afirmó. 

La mortal tormenta de categoría 4 arrasó el oeste de Carolina del Norte, así como Florida, Georgia, Tennessee, Carolina del Sur y Virginia.

Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte , hasta el jueves se habían confirmado 103 muertes relacionadas con la tormenta y, a principios de octubre, todavía había más de 200 personas desaparecidas en el condado de Buncombe. 

Muchos residentes abandonaron sus residencias con solo la ropa que llevaban puesta para escapar sanos y salvos, pero al regresar solo encontraron fragmentos y restos de los lugares que solían llamar hogar. 

"Aún hay escombros. Todavía hay personas desaparecidas. Sus familias aún las están buscando", compartió Henson. "En Burnsville, Carolina del Norte, la gente vive en tiendas de campaña porque todo fue arrastrado por el agua y la gente ni siquiera sabe si podrá reconstruir debido a la inminente ocupación".

Ayudar a las personas a sobrevivir al clima frío es una de las principales prioridades de Operation Blessing.

"Desafortunadamente, a medida que el clima cambia, los desafíos se multiplican para aquellos que han tenido que abandonar sus hogares y buscar refugio en otros lugares. Muchas de las personas que viven en el interior del país y en las zonas bajas se instalaron en tiendas de campaña en sus propiedades inmediatamente después de la tormenta, pero ahora las temperaturas gélidas, la lluvia y la nieve están creando condiciones peligrosas", dijo a CBN News Drew Friedrich, director de operaciones de OB.

Recientemente anunció que la organización se está asociando con World Vision y otros grupos para construir más de 175 casas para los residentes.

"La mayoría de las viviendas en las que trabajamos estarán ubicadas en las áreas de Ridgecrest/Black Mountain y Swannanoa, pero no necesariamente limitamos nuestro alcance solo a estas comunidades. Algunos de los factores determinantes giran en torno a los permisos y el nivel de daño a la estructura de la vivienda. Ya hemos identificado 130 viviendas que están en el sistema para evaluación y construcción", explicó Friedrich.

"Nunca pensé que viviría en una tienda de campaña, pero aquí estoy", dijo recientemente Joe Bryant, residente del valle de Swannanoa, a CBN News . "No le deseo esto a nadie. He visto desastres como este en la televisión toda mi vida, pero nunca pensé que lo viviría".

Friedrich comparte que el objetivo es conseguir que la mayor cantidad posible de familias puedan acceder a los hogares lo antes posible. 

"Estamos haciendo un gran esfuerzo para que entre 12 y 15 familias que ya han recibido permisos puedan volver a sus hogares antes de Navidad", explicó. "Haremos todo lo posible para que la mayor cantidad posible vuelva antes de las vacaciones y, actualmente, estamos construyendo un espacio de almacenamiento para albergar todos los materiales de construcción que ayudarán a reparar las casas para que las familias puedan volver a la normalidad".

Como informó CBN News, Operation Blessing también está ayudando a los carpinteros a volver al trabajo justo antes de las vacaciones. 

Han ayudado a establecer un espacio de trabajo de 8.000 pies cuadrados donde pueden fabricar y vender sus productos mientras se reconstruyen su estudio permanente y su galería.

"Vamos a ayudar a esta comunidad a recuperarse y comenzar a reconstruirse", compartió Friedrich en Facebook. 

Además, Operación Bendición ha proporcionado a los residentes cientos de comidas calientes a los necesitados. 

Y a medida que se acercan las vacaciones, Friedrick dice que OB va a llenar el vacío para las familias necesitadas. 

"Haremos algunas distribuciones de alimentos de Acción de Gracias y estamos planeando algunas canastas navideñas para familias necesitadas, así como también esfuerzos de alimentación navideña", compartió en un mensaje de correo electrónico. 

"Este año, las fiestas serán muy duras para la gente del oeste de Carolina del Norte, por lo que realmente sentimos que debemos hacer una gran contribución. Acabamos de recibir un camión lleno de juguetes que fueron donados para ayudar y vamos a hacer todo lo posible para asegurarnos de que los niños afectados por la tormenta sigan experimentando la alegría y el espíritu de generosidad que está tan presente durante la temporada navideña".

Henson dice que la oración ha tenido el mayor impacto. 

"Es la oración, es ese abrazo, es esa forma de hacerle saber a la gente que no está sola. Esa es probablemente una de las mejores maneras de brindar empatía y apoyo a las personas cuando se sienten desesperanzadas", explicó. "Y hay más por venir".