El fiscal general de Virginia, Jason Miyares, anunció esta semana una investigación contra el distrito escolar de Loudoun County Public Schools (LCPS), luego de que la institución iniciara un proceso por acoso sexual contra tres estudiantes varones de secundaria que expresaron su incomodidad por la presencia de una alumna trans en el vestuario masculino. 

Según reportó la cadena WJLA-TV, la política del distrito permite a los estudiantes usar los baños y vestuarios escolares de acuerdo con su identidad de género, no con su sexo biológico. Asimismo, prohíbe grabaciones de audio o video dentro de estos espacios. 

La investigación sobre los estudiantes surgió a raíz de un video que la alumna trans entregó, en el cual se escucha a los varones comentando sobre su presencia. Uno de los padres, Seth Wolfe —cuyo hijo está entre los implicados—, denunció que los jóvenes simplemente estaban conversando entre ellos y cuestionando por qué había una chica en el vestuario masculino. 

“No creo que mi hijo deba ser castigado por ejercer su derecho a la libertad de expresión”, declaró Wolfe. “No estaban hablando con la otra estudiante, solo conversaban entre ellos. Ahora enfrentan cargos graves que pueden afectar su futuro”. 

Wolfe también expresó su indignación por el hecho de que la alumna trans no haya recibido sanción alguna, a pesar de haber violado las normas al grabar dentro del vestuario. 

“Mi hijo de 15 años está siendo injustamente señalado por hacer una pregunta básica que cualquier chico se haría en esa situación”, dijo Wolfe. “Es asombroso que los funcionarios escolares de Loudoun lo estén investigando por una acusación falsa que podría arruinarle la vida”. 

El caso ha generado críticas por parte del Founding Freedoms Law Center, que representa al estudiante. Su abogado, Josh Hetzler, calificó la política del distrito como una violación de la ley estatal y de las recientes órdenes ejecutivas del expresidente Donald Trump. Además, el Departamento de Educación de EE.UU. también mantiene una investigación abierta contra LCPS por sus políticas de identidad de género. 

“No hicieron nada malo. LCPS debe poner fin a esta investigación sin fundamentos de inmediato”, declaró Hetzler. 

No es la primera vez que el distrito escolar de Loudoun está en el centro de la polémica. En 2021, enfrentó duras críticas y una demanda de $30 millones por su manejo de una presunta agresión sexual cometida por un estudiante que usó el baño femenino vestido con falda. Un tribunal juvenil encontró culpable al adolescente transgénero, pero la familia de la víctima acusó al entonces superintendente de mentir para encubrir los hechos. 

Wolfe sostiene que las políticas de inclusión del distrito están perjudicando a los jóvenes. “Están en una edad en la que ni siquiera se sienten cómodos con su propio cuerpo. Tener que convivir en un espacio tan íntimo con alguien del sexo opuesto biológico genera inseguridad y cuestionamientos sobre quién los protege”, afirmó. 

El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, también condenó lo ocurrido. “Es profundamente preocupante ver otro caso en el que se viola la privacidad de los estudiantes y los afectados terminan siendo los investigados”, dijo. “Esto supera cualquier lógica”. 

Por su parte, Miyares añadió: “La seguridad, la dignidad y la privacidad de todos los estudiantes en Virginia no deberían ser negociables. Esto no se trata de corrección política, sino de sentido común”. 

CBN News intentó comunicarse con el distrito escolar para obtener su respuesta. La presidenta del consejo escolar, Melinda Mansfield, y el superintendente, Aaron Spence, defendieron la actuación de la institución. 

“Rechazamos cualquier afirmación que sugiera que nuestras escuelas son inseguras o que no protegemos los derechos de todos los estudiantes”, afirmaron. “Cumplimos con la normativa federal del Título IX, que exige investigar denuncias formales. Seguiremos trabajando por un entorno inclusivo donde todos los estudiantes puedan aprender, crecer y tener éxito”.