JERUSALÉN, Israel - La tensión es alta en Oriente Medio a la espera de conocer la respuesta de Israel al ataque masivo iraní del fin de semana, rechazado con éxito por una coalición liderada por Estados Unidos.

Israel indica que, sin lugar a duda, responderá al ataque sin precedentes con drones y misiles dirigido directamente contra el Estado judío.

El teniente general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, advirtió: "Irán se enfrentará a las consecuencias de sus actos. Elegiremos nuestra respuesta en consecuencia".

La pregunta es cómo y cuándo. El general de brigada de reserva Amir Avivi, del Foro de Defensa y Seguridad de Israel, dijo a CBN News que Israel presentó planes para contraatacar, incluso antes del ataque.

"Estos planes realmente pueden ser desde, ya sabes, ciberataques hasta destruir plantas nucleares, acabar completamente con la producción de petróleo de Irán, hundir su Armada... tantas posibilidades".

Aun así, la Casa Blanca sigue presionando a Israel para que no lleve las represalias demasiado lejos.

"No queremos ver una guerra con Irán", dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby. "No queremos ver un conflicto regional más amplio. Haremos lo que tengamos que hacer para defender a Israel".

El presidente Joe Biden declaró: "Estamos comprometidos con un alto el fuego que traiga a los rehenes a casa y con evitar que el conflicto se extienda más allá de lo que ya lo ha hecho".

Avivi sostiene que, aunque Israel puede golpear a Irán de muchas maneras, hay algo más grande en juego. "Una de las consideraciones es que Israel, por supuesto, preferiría que se formara una coalición", dijo.

Esta vez, esa coalición incluye a Jordania y Arabia Saudita. Jordania ayudó al esfuerzo masivo que destruyó el 99% de los drones y misiles dirigidos contra Israel, y Arabia Saudita reconoció su participación en la coalición, culpando a Irán de instigar la masacre del 7 de octubre para hacer descarrilar la normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudita

Estados Unidos ha utilizado la amenaza a largo plazo que representa el Irán chiíta, no sólo para Israel, sino también para las naciones musulmanas suníes, para construir una alianza en Oriente Medio entre Israel y esos países mayoritariamente musulmanes suníes, muchos de los cuales salieron con sus armas disparando este fin de semana.

El presidente Biden declaró: "Organizamos un esfuerzo militar sin precedentes para defender a Israel. Junto con nuestros socios, derrotamos ese ataque".

Avivi señaló que los países de la coalición comprendieron que podían ser los próximos objetivos iraníes.

"Cuando se ven misiles balísticos que vuelan más de mil kilómetros en 10 minutos hacia Israel, entienden que los próximos misiles balísticos pueden llegar a Europa. Alcanzarán, también, EE.UU. Y en un año o dos, pueden ser nucleares", subrayó Avivi.

Y añadió: "Por lo tanto, tenemos que hacer frente con decisión a esta amenaza de Irán y construir realmente una coalición que esté dispuesta a plantear una amenaza militar y hacer frente a estos desafíos".

Según los informes, la exitosa defensa de Israel costó alrededor de 1.500 millones de dólares.

Como resultado, la corresponsal de CBN News en la Casa Blanca, Abigail Robertson, informa que la Casa Blanca ha calificado el ataque de bajo impacto contra Irán como un "fracaso espectacular y vergonzoso" para Irán. Biden está presionando al Congreso para que apruebe rápidamente más ayuda para Israel, y también para la asediada Ucrania.

La legislación ya ha sido aprobada por el Senado de Estados Unidos, pero el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, afirma que trabajará para separar la financiación para Ucrania de los dólares destinados a Israel, prefiriendo aprobar la financiación en exclusiva para Israel.

Mientras tanto, en Gaza, hay indicios de que Israel se está preparando para entrar en Rafah, el último bastión de los batallones de Hamás en la zona.

Manifestantes pro-palestinos en Estados Unidos bloquearon carreteras clave hacia los aeropuertos internacionales de Chicago y Seattle y cortaron el tráfico en el puente Golden Gate de San Francisco como muestra de apoyo a Hamás.