JERUSALÉN, Israel – La guerra de Israel por la supervivencia continúa tanto en sus fronteras norte como sur, y las Fuerzas de Defensa de Israel parecen estar progresando en ambos frentes. En el sur, cientos de combatientes de Hamás se han rendido o han sido eliminados en los últimos días. Dados los avances, muchos están pensando ahora en lo que vendrá después de que termine la guerra de Gaza.
Según se informa, Israel planea una presencia a largo plazo en Gaza para reunir inteligencia, operar militarmente donde sea necesario, establecer una zona de amortiguación y aplastar completamente al ejército de Hamás.
En el norte, la guerra contra Hezbolá se ha extendido a Siria, donde éste fabrica armas para Hezbolá.
El portavoz principal de las FDI, el contralmirante Daniel Hagari, declaró: "Atacaremos cualquier intento de transferir armas desde Siria a Hezbolá y atacaremos cualquier infraestructura que identifiquemos en Siria que esté destinada a producir armas para Hezbolá".
Las FDI también atacaron la sede militar de la Jihad Islámica en Damasco y divulgaron información sobre la extensa infraestructura militar que Hezbolá construyó a lo largo de la frontera con Israel.
La infraestructura fue diseñada para lanzar un ataque aún mayor contra las ciudades del norte de Israel que el que Hamás logró en Gaza el 7 de octubre de 2023.
Durante meses, Israel ha operado con un embargo de armas limitado por parte de la administración Biden.
Sin embargo, el presidente electo Trump anunció que el primer día de su administración eliminará todas las restricciones y retrasos en la transferencia de armas y equipos de combate a Israel.
Esa promesa podría estar vinculada a un acuerdo de alto el fuego que Israel está considerando y que pondría fin a su guerra contra Hezbolá en el Líbano.
Según se informa, el acuerdo sería una especie de regalo de Israel a la nueva administración de Trump: una victoria temprana en el extranjero antes de que asuma el cargo.
Sin embargo, algunos en Israel insisten en que antes de cualquier acuerdo de paz, las FDI deben primero acabar con Hezbolá como amenaza al Estado judío.
El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, declaró: “La campaña militar continuará hasta que se elimine la amenaza inmediata del Líbano y los residentes de nuestro norte puedan regresar sanos y salvos a sus hogares en territorio soberano israelí”.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, insistió: "No tendremos ningún alto el fuego, no nos detendremos y no quitaremos el pie del acelerador".
Mencer añadió: “Israel no aceptará la existencia de un despliegue militar terrorista en nuestra frontera norte. Sabemos cuál es su intención: dañar a nuestro pueblo. El plan de Hezbolá para conquistar Galilea lo dejó muy claro: una invasión y una masacre a mayor escala que la del 7 de octubre.
Mientras tanto, en Gaza, un nuevo informe identificó a 12 directores de escuelas del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS) que son miembros activos de organizaciones terroristas. Muchos de ellos ocupaban puestos de alto nivel en sus unidades terroristas.
El informe contradice las afirmaciones de la UNRWA de que está comprometida con la tolerancia y la educación anti extremista.