Explosión de autobús en ataque terrorista en el centro de Israel, 20 de febrero de 2025.

JERUSALÉN, Israel – Al final de un día de duelo increíblemente duro después de que Hamas devolviera cuatro cuerpos de rehenes retenidos en Gaza, los israelíes tuvieron que lidiar con una serie de ataques terroristas con transporte masivo y, más tarde, la noticia de que uno de los cuerpos no era quien se suponía que era.

El jueves por la noche estallaron bombas en tres autobuses públicos en las ciudades de Bat Yam y Holon, en el centro de Israel. Milagrosamente, nadie resultó herido en las explosiones, que la policía cree que fueron ataques terroristas coordinados, probablemente perpetrados por Hamás.

Los equipos de desactivación de bombas descubrieron al menos otros dos artefactos sin detonar y estaban tratando de localizar objetos sospechosos en vehículos de transporte público. Las bombas tenían temporizadores y algunos creen que estaban destinadas a explotar el viernes por la mañana durante la hora punta.

El subcomisario de policía del distrito de Tel Aviv, Chaim Sargrof, declaró: "Puedo decir que la situación es generalizada. Está sucediendo en varios lugares (escenas)".

Agregó: “Estamos desplegados con escuadrones de emergencia y con agentes de policía en un gran número de lugares”.

Tras los intentos de ataque, el primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó a las Fuerzas de Defensa de Israel llevar a cabo una "intensa operación" contra los centros terroristas en Judea y Samaria.

Un  canal de Telegram  que afirma representar a Hamás en la ciudad palestina de Tulkarem indica que podría haber sido responsable de los ataques con bombas. En el mensaje se puede leer: "La venganza de los mártires no será olvidada mientras el ocupante esté presente en nuestra tierra... Esta es una yihad de victoria o de martirio".

Las explosiones se produjeron al final de un día desgarrador para Israel, con el presunto regreso de cuatro cadáveres de rehenes: los del activista por la paz Oded Lifshitz, de 83 años, Shiri Bibas, de 32 años, su hijo de 9 meses Kfir Bibas y su hermano Ariel, de 4 años. 

Las FDI anunciaron que los niños fueron brutalmente asesinados en noviembre de 2023, un mes después de ser tomados cautivos.

Sin embargo, el viernes por la mañana, los israelíes se despertaron con otra sorpresa: el cuerpo que se suponía era el de la madre de los niños, Shiri, no era el de ella ni el de ningún otro rehén.

El presidente Isaac Herzog escribió en  X: "Otra mañana desgarradora para Israel y para todos aquellos que se preocupan por la vida y la dignidad humana... los cuerpos de Ariel y Kfir, tan puros e inocentes, fueron identificados, mientras que su amada madre, Shiri, sigue en cautiverio. Esta es una violación escandalosa y horrorosa del acuerdo de alto el fuego, otro acto cruel de los terroristas de Hamás, que siguen mostrando un absoluto desprecio por la humanidad".

En una entrevista en CNN,  Adam Boehler, enviado de Estados Unidos para asuntos de rehenes, confirmó que se trata de una clara violación del acuerdo de alto el fuego y advirtió que Hamas debe entregar el cuerpo rápidamente.

Boehler dijo: "Si tengo un consejo para Hamas ahora, no es sólo que deben liberar su cuerpo inmediatamente, sino que tenemos los cuerpos de cuatro estadounidenses que aún están allí y tenemos un estadounidense, Idan Alexander. Él necesita volver a casa. Y si yo fuera ellos, liberaría a todos o me enfrentaría a la aniquilación total".

Este fin de semana, Israel recibirá los últimos seis rehenes vivos de Hamás según la primera fase del acuerdo, seguidos de cuatro cadáveres más la semana próxima. Quedarán entonces aproximadamente 60 rehenes en Gaza, muchos de los cuales se cree que están muertos.

En Estados Unidos, la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) aprobó una resolución que apoya la soberanía israelí sobre Judea y Samaria, también conocida como Cisjordania.

Los palestinos llevan décadas intentando expulsar a los israelíes de la zona para establecer un Estado palestino. Muchos israelíes y cristianos evangélicos creen que la Biblia especifica que Judea y Samaria comprenden gran parte de la tierra que Dios dio al pueblo judío.