JERUSALÉN, Israel – El ejército estadounidense atacó objetivos hutíes durante el fin de semana y advirtió a Hamas de un destino similar si no acepta un acuerdo de rehenes.

Decenas de ataques aéreos y con misiles estadounidenses contra bastiones hutíes en Yemen dejaron al menos 31 personas muertas, algunas de las cuales pueden haber sido líderes hutíes.

Los ataques se produjeron después de que los hutíes advirtieran que estaban a punto de reanudar los ataques contra buques en el Mar Rojo y aguas cercanas. Ataques anteriores de los hutíes desde el inicio de la guerra en Gaza han interrumpido el transporte marítimo mundial, con un coste de miles de millones de dólares.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, declaró a Fox News el domingo: «Hace cuatro meses, cuando enviamos un barco, recibió 17 disparos. Los barcos no han podido pasar sin recibir disparos en más de un año. La libertad de navegación es fundamental. Es un interés nacional fundamental».

El presidente Donald Trump declaró en  Truth Social:  "Ninguna fuerza terrorista impedirá que los buques comerciales y navales estadounidenses naveguen libremente por los canales del mundo".

El presidente también advirtió a Irán que dejara de respaldar a los hutíes, publicando: "¡Cuidado, porque Estados Unidos los exigirá cuentas y no seremos amables al respecto!". Los líderes iraníes reiteraron su negativa a estar ayudando a los hutíes.

El secretario de Estado, Marco Rubio, afirma que Estados Unidos le está haciendo un favor al mundo.

Declaró en  CBS Face the Nation: «El ataque en Yemen se trata de su capacidad —la capacidad de los hutíes— de atacar el transporte marítimo internacional y a la Armada estadounidense, y de su disposición a hacerlo. 174 veces contra la Armada estadounidense, unas 145 veces contra el transporte marítimo internacional. De eso se trata este ataque».

Rubio añadió: «Lo que no podemos ignorar, y la razón por la que el presidente mencionó a Irán, es que los iraníes han apoyado a los hutíes. Les han proporcionado inteligencia, orientación y armamento».

Hegseth sugirió que la lucha contra los hutíes no terminaría con estos ataques. "Los estamos atacando militarmente", dijo, y señaló: "Por cierto, a los hutíes: esto no es cosa de una noche. Esto continuará hasta que digan: 'Ya basta de disparar a los barcos. Ya basta de disparar a los activos'".

La oficina política de los hutíes advirtió que "las fuerzas armadas yemeníes están totalmente preparadas para responder a la escalada con otra escalada".

El portavoz militar, el general de brigada Yahya Saree, afirmó: "Las Fuerzas Armadas de Yemen no dudarán en atacar a todos los buques de guerra estadounidenses en el Mar Rojo y el Mar Arábigo en represalia por la agresión contra nuestro país".

Además de negar su ayuda a los hutíes, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, escribió desafiante en  X:  "El único camino es la resistencia. Lo que ha provocado el pánico hoy en Estados Unidos y sus aliados es el hecho de que las naciones musulmanas se mantienen firmes y que esta resistencia demostrará ser efectiva".

En cuanto a la guerra en Gaza, el enviado especial del presidente Trump a Oriente Medio, Steve Witcoff, ha presentado una propuesta para que Hamás libere hasta 11 rehenes más y para que Israel libere a más prisioneros palestinos, pero la respuesta de Hamás ha sido rechazada tanto por Israel como por Estados Unidos.

"No voy a entrar en detalles específicos sobre qué lo hizo inaceptable", declaró Witkoff, "pero fue totalmente inaceptable. Creo que tienen una oportunidad, pero esta se está agotando rápidamente".

El secretario Rubio dijo sobre Hamás: "Estamos tratando con unos salvajes. Son gente mala, gente terrible, y debemos tratarlos como tal".

Witkoff dijo sobre la demora del grupo terrorista: "Hamás está haciendo una apuesta muy mala a que el tiempo está de su lado. No es así".

Continuó: «Lo ocurrido ayer con los hutíes, lo ocurrido con nuestro ataque, debería indicar nuestra postura respecto al terrorismo y nuestra tolerancia hacia las acciones terroristas. Y animo a Hamás a ser mucho más sensato».

En una disputa que se ha hecho pública, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pide que se despida al jefe del principal servicio de inteligencia interna de Israel, el Shin Bet.

"Sigo desconfiando del jefe del Shin Bet. Esta desconfianza ha ido en aumento con el tiempo", afirmó Netanyahu.

El primer ministro y el director del Shin Bet, Ronen Bar, han diferido en todo, desde quién es el culpable del 7 de octubre hasta cuál es la mejor manera de liberar a los rehenes retenidos por Hamas en Gaza.