JERUSALÉN, Israel – El alto el fuego entre Hamás e Israel ha terminado. La madrugada del martes, aviones de guerra israelíes bombardearon objetivos de Hamás en Gaza. La reanudación de los combates se produce después de que Hamás se negara a prorrogar el acuerdo de alto el fuego y el intercambio de rehenes y prisioneros.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció en un comunicado la madrugada del martes: "En este momento, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están atacando objetivos de Hamás en toda la Franja de Gaza para lograr los objetivos de la guerra establecidos por el liderazgo político, incluida la liberación de todos nuestros rehenes, tanto los vivos como los caídos".

El primer ministro dijo que la decisión, aprobada por el gabinete, se produjo después de que Hamas se negara repetidamente a liberar a los rehenes y rechazara todas las propuestas presentadas por el enviado para Oriente Medio del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, y otros mediadores.

El portavoz internacional de las FDI, Nadav Shoshani, dijo a CBN News:  "Lo que los hemos visto hacer es prepararse para un ataque terrorista contra nuestras tropas en Gaza, pero más importante aún, contra nuestros civiles, en las comunidades fuera de Gaza, en el Néguev occidental.

Shoshani continuó: "Lo que hicimos fue lanzar un ataque preventivo contra esos terroristas, específicamente contra esos comandantes. Y contra los objetivos terroristas, eliminando esas amenazas y, básicamente, diciendo: no lo aceptaremos".  

El presidente Trump fue informado del plan de antemano.

Un portavoz de la Casa Blanca anunció: «Israel consultó con la administración Trump y la Casa Blanca antes de los ataques a Gaza. Como Trump ha dejado claro, Hamás, los hutíes, Irán y cualquiera que intente aterrorizar —no solo a Israel, sino también a Estados Unidos— pagarán un alto precio. Las puertas del infierno se abrirán». 

El nuevo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Eyal Zamir, supervisó las operaciones junto con el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, a quien Netanyahu indicó que planea despedir.

Los ataques del martes iluminaron el cielo nocturno de Gaza con decenas de explosiones. Israel afirma haber asesinado a numerosos líderes de Hamás, y Hamás reconoció que cientos de gazatíes han resultado muertos y heridos.

Los ataques cambian dramáticamente la situación tras el alto el fuego.     

Las exigencias fundamentales de ambas partes son completamente contradictorias. Israel insistió en que la guerra no puede terminar definitivamente hasta que Hamás libere a los rehenes, se desarme y renuncie a gobernar Gaza.

Sin embargo, Hamás se niega a deponer las armas y ceder el poder. El grupo terrorista afirma que no liberará a los rehenes hasta que Israel ponga fin a la guerra y sus tropas se retiren. 

Hamás ahora amenaza a los rehenes, escribiendo en un comunicado que "Netanyahu y su gobierno extremista están tomando la decisión de revertir el acuerdo de alto el fuego y están exponiendo a los rehenes en Gaza a un destino desconocido".

La esperanza para los rehenes es que sean la única moneda de cambio real de Hamás. Si todos mueren, poco podrá impedir que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) emprendan una ofensiva total para destruir al grupo terrorista.

Esto ocurre mientras Estados Unidos continúa atacando objetivos hutíes en Yemen hasta alcanzar el objetivo de detener los ataques hutíes a los barcos en el Mar Rojo y otras aguas cercanas.

El teniente general Alexus Grynkewich, director de operaciones del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., declaró: «La operación continúa y continuará en los próximos días hasta que logremos los objetivos del presidente».

Ahora el presidente Trump está dando una dura advertencia a Irán, el principal patrocinador de los hutíes. 

Publicó en Truth Social:  "De ahora en adelante, cada disparo de los hutíes será considerado como un disparo de las armas y el liderazgo de Irán, y serán responsables y sufrirán las consecuencias, ¡y esas consecuencias serán nefastas!".