Evangélicos piden al gobierno mexicano otorgar concesiones de radio y televisión a grupos religiosos

Evangélicos piden al gobierno mexicano otorgar concesiones de radio y televisión a grupos religiosos

03-25-2019

Foto: Facebook de Arturo Farela

Los miembros de la Confederación Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), liderada por Arturo Farela, estrecha cada vez más los lazos con el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, en busca de un mejor futuro para los evangélicos en el país norteamericano.

Los evangélicos han tenido varias reuniones con López Obrador y otros funcionarios de Gobierno. Farela explica a El País, sin dar demasiados detalles, que su organización participará en programas centrales del Gobierno como Jóvenes Construyendo el Futuro, donde personas que no trabajan ni estudian reciben una mensualidad por capacitarse en un empleo.

“Dios nos ha abierto unas gigantescas puertas porque hemos sido invitados a colaborar con el Gobierno Federal en algunos programas sociales”, dice Farela a El País.

“Vamos a ir a buscar a los jóvenes para presentarles el programa y que alguien de nuestras iglesias los adopte. Y también que se les enseñen principios y valores bíblicos porque el estudio, el trabajo y el dinero sin Dios no son suficiente”, añade.

Un vocero del ministerio del Trabajo, la Secretaría que coordina Jóvenes Construyendo el Futuro, afirmó a El País que los evangélicos no están contemplados específicamente en el proyecto.

“El programa tiene un blindaje. No pueden participar partidos políticos, empresas de seguridad o limpieza ni nada de cuestiones religiosas”. El País también buscó la opinión del coordinador nacional de programas sociales, pero no obtuvo respuesta.

Farela, no obstante, está colaborando en los foros que ultiman el Plan Nacional de Desarrollo, el documento que marcará el camino para el sexenio de López Obrador. El pastor asegura que está en negociaciones con subsecretarios del Gobierno para que los evangélicos de su grupo entren a prisiones y hospitales “para llevar palabras de esperanza y consuelo mediante la fe de Jesucristo”.

Confraternice no solo ha llegado armado de fe a las mesas con el Gobierno. También tiene peticiones concretas. Una de ellas es modificar la Ley de Asociaciones Religiosas, una norma de 1992 que impide a los ministerios de culto tener concesiones o permisos de radio y televisión. A los evangélicos les gustaría cambiar esto.

“No sé cuanto tiempo se vaya a llevar, pero esperamos que no se lleve mucho… Necesitamos las concesiones para que el Gobierno alcance sus objetivos precisamente en los programas como Jóvenes Construyendo el Futuro”, dice Farela a El País.

La instrucción del presidente para explorar los cambios a la norma ha sido recibida con reservas al interior de Gobernación, el ministerio encargado de velar por la separación entre el poder y la religión y quien debería proponer una reforma.

Blancarte considera que cambiar esta ley hoy sería “abrir la caja de Pandora”. “No es lo mismo que un presidente que parece evangélico lo quiera hacer a que un presidente laico lo ponga a debate. No creo que la reforma sea bien recibida”, afirma el académico del prestigioso Centro de Estudios Sociológicos del Colegio de México a El País. El experto dice que en las próximas semanas otros grupos evangélicos manifestarán sus resistencias a la estrategia de Confraternice.

¿Disgusto por acercamiento entre Confraternice y López Obrador?

Los encuentros entre Confraternice y López Obrador han hecho alzar la ceja a más de uno en México, un país que cela con cuidado su laicidad y en el que se tomaron las armas para luchar por la separación entre la Iglesia y el Estado a mediados del siglo XIX debido a las leyes decretadas por el presidente Benito Juárez, uno de los referentes de López Obrador. El gesto del hoy mandatario parece ir en contrasentido.  

“Hay una enorme confusión creada por el presidente, quien se quiere convertir en el sumo sacerdote moralizador de la vida política mexicana”, considera Roberto Blancarte, experto en religiones.

López Obrador se apoyó en un partido de corte evangélico, el PES, para su coalición presidencial Juntos Haremos Historia. La organización perdió el registro recientemente cuando el Tribunal Electoral ratificó que el partido no alcanzó el 3% de los votos nacionalmente en los comicios de 2018.

Se calcula que en México hay 30 millones de evangélicos. De las 9.285 asociaciones religiosas registradas ante el ministerio de Gobernación más de 5.500 pertenecen al universo evangélico, incluyendo a las metodistas, bautistas, Pentecostés, adventistas, espiritualistas y grupos bíblicos.

Confraternice dice agrupar a 7.000 iglesias en todo el país a pesar de que los analistas ponen en duda su influencia. “Es solo un grupo de 100 iglesias chiquitas en el mar de 4.000, no son todos. Hay más expresiones y más grandes”, matiza Blancarte.

Otra situación que defraudó a los evangélicos la imagen de López Obrador, fue la oración que hizo con un grupo de chamanes cuando fue declarado presidente de manera oficial.

Pese a esto, Farela continúa fiel a su relación con López Obrador.  “Con el Gobierno tenemos una afinidad espiritual. Mi relación no es con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ha sido siempre con López Obrador, el presidente de México”, informa El País.

Crédito: El País