Obispo nicaragüense seguirá en prisión pese a varios intentos de negociar con el gobierno de Ortega

Obispo nicaragüense seguirá en prisión pese a varios intentos de negociar con el gobierno de Ortega

07-13-2023
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Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, participa en una conferencia de prensa en Managua, Nicaragua, el jueves 3 de mayo de 2018. (Foto AP/Moisés Castillo)

El obispo nicaragüense, Rolando Álvarez de Matagalpa, cumplirá una condena de 26 años a pesar de varios intentos de negociar su liberación.

Según los informes Álvarez se había negado a ser exiliado de su país. El líder católico fue acusado de atentar contra “la seguridad y soberanía nacional, difusión de noticias falsas a través de las tecnologías de la información, entorpecimiento de un funcionario en el ejercicio de sus funciones, desobediencia agravada o desacato a la autoridad”, según el Catholic Herald

“Él es claro de que es nicaragüense y que donde él debe estar, es con el pueblo nicaragüense junto a su feligresía. Y precisamente esto ha sido lo que a él lo tiene coaccionado para seguir bajo la situación de tortura en la que se encuentra,” dijo Yader Morazán a Mundo Cristiano.

Morazán, es un experto en administración de justicia y fue uno de los 94 desnacionalizados de nicaragua, actualmente se encuentra en el exilio, pero vivía en Matagalpa, la misma ciudad del obispo. Él cuenta que Álvarez se negó a subir a un avión para ser expulsado dentro del grupo de los 222 presos políticos que fueron enviados a Washington en un primer momento.  

En un segundo momento, hubo negociaciones y lo sacaron del Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro de Tipitapa, una reconocida prisión conocida como “La Modelo”, sin embargo, él se negó nuevamente a ser expulsado, según el Catholic Herald.

“Quienes conocemos a Monseñor Rolando Álvarez, la ciudad donde yo pertenezco, la sede de Matagalpa, sabemos que él se ha caracterizado por ser una persona con un temple muy firme, muy elocuente, muy coherente durante mucho tiempo y precisamente al haber sido el preso político del 4 de agosto del año, hace casi un año, él ha mostrado una posición firme en contra el régimen.” contó Morazán a Mundo Cristiano.

Perseguido “por llamar a la represión por su nombre”

Morazán trabajó para el estado y según cuenta, sufrió persecución “por llamar a la represión por su nombre”. Ahora se dedica a la investigación y consultoría jurídica, eso le ha permitido observar lo que sucede en su país natal.

“La Iglesia, precisamente acompañando a su feligresía, ha tenido una postura frente a la situación en la que se encuentra en Nicaragua, donde se ha cortado la libertad de expresión, la libertad de movilización, incluso la misma libertad de culto y poder desempeñar cualquier actividad de celebración de la Iglesia, por ejemplo, actualmente se ha prohibido realizar todas las manifestaciones que corresponden a la Semana Santa en Nicaragua,” explicó Morazán.

“Aunque parezca surreal, se ha perseguido a personas vestidas de Jesús. La policía ha perseguido a personas que han tratado de recrear y por decir así, las actividades de Semana Santa. Actualmente tenemos a cuatro sacerdotes presos, uno condenado a 26 años y tenemos también en Nicaragua muchos sacerdotes que han sido obligados al exilio a través de cualquier medio de coacción por parte del régimen,” detalló a Mundo Cristiano.

Persecución sistemática

Morazán explica que no todos los sacerdotes de nicaragua sufren el mismo nivel de persecución ya que algunos sacerdotes que tienen algunas afinidades con el régimen y de alguna manera participan en las campañas de normalidad.

“Sin embargo, el ataque a la Iglesia es sistemático. Por ejemplo, en Nicaragua se vieron las celebraciones de Semana Santa. En Nicaragua también se ha paralizado o se ha congelado las cuentas de algunas parroquias, de algunas parroquias que también tienen universidades o algunas escuelas varias.

Efectivo al e los estudiantes y le parece efectivo. Y lo docente también recibe su pago de esa manera, precisamente porque a través de los aparatos de las Superintendencia de Bancos ellos han congelado cuentas de la Iglesia. Entonces esto es un ataque sistemático.”

Y la situación no solo recae sobre la iglesia católica, Morazán explica que “se conoce de que grupos por pertenecer en ese grupo limitantes en su libertad de culto, de actividades, etcétera Sumado a esto, a que hay un cobro con el que se extorsionan a través de impuestos a diferentes iglesias, no solamente denominación católica y evangélica, sino de otras denominaciones.”

Actualmente catedrales e iglesias han sido sitiadas y bombardeadas, y obispos y clérigos representados como enemigos de la gente que está del lado de lo que el gobierno llama “golpistas”.