En medio de las peores inundaciones que ha vivido Brasil, Operación Bendición ha desplegado un equipo para apoyar a las familias afectadas y participar en labores de rescate.

El equipo se embarcó en una misión crucial, ayudando a las personas varadas y llevando suministros para los afectados que lo han perdido todo a causa de las lluvias. Desde una embarcación, captaron imágenes de personas de pie en aguas inundadas, en algunas zonas el agua llegaba hasta donde estaba el tendido eléctrico.

Las autoridades informaron el viernes que al menos 126 personas han perdido la vida debido a las inundaciones que comenzaron la semana pasada, y 141 más están desaparecidas. Además, más de 400.000 personas han sido desplazadas de sus hogares y 70.000 se han refugiado en gimnasios, escuelas y otros lugares temporales.

En el estado de Rio Grande do Sul, que ya está severamente inundado, han comenzado a caer más lluvias intensas. Muchos de los residentes que permanecieron el sábado son personas de bajos recursos, con poca capacidad para trasladarse a zonas más seguras. El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil ha pronosticado que podrían caer casi seis pulgadas de lluvia en los próximos días. También existe una alta probabilidad de que los vientos se intensifiquen y los niveles de agua aumenten en la laguna de Patos, junto a la capital del estado, Porto Alegre, y sus alrededores.

El clima en América del Sur está siendo fuertemente afectado por el fenómeno climático de El Niño, un evento natural que calienta periódicamente las aguas superficiales en el Pacífico ecuatorial. En Brasil, El Niño ha causado históricamente sequías en el norte y lluvias intensas en el sur. Este año, los efectos han sido particularmente severos, exacerbando la situación de las inundaciones en el sur del país.

Mientras tanto el equipo de Operación Bendición permanece en el lugar para ayudar a las familias afectadas con las necesidades más básicas como alimento y suministros de higiene.

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