Un misionero estadounidense fue secuestrado en medio de la noche por seis hombres armados con rifles de asalto en el sur de Níger cerca de la frontera con Nigeria el martes.

Según el Daily Mail , los agresores entraron a la casa de Philip Walton, de 27 años, el martes por la mañana temprano y exigieron dinero. Los hombres armados se llevaron a Walton, luego ataron a su esposa, su hija pequeña y su hermano. 

"Buscaban dinero en la casa, pero no había suficiente. Sólo había 20.000 francos CFA (35 dólares). Después de eso, se fueron con él", dijo el padre de Philip, Bruce Walton.

Philip Walton había estado viviendo en Massalata con su familia durante dos años. Crió camellos, ovejas y aves de corral y cultivó árboles de mango.

El padre angustiado agregó que "estaban tan expuestos que fue secuestrado sin que nadie lo supiera".

El Departamento de Estado de Estados Unidos reconoció que un ciudadano estadounidense había sido secuestrado en Níger, pero no ofreció más detalles. 

"Estamos al tanto de un ciudadano estadounidense secuestrado en Níger. Estamos brindando a su familia toda la asistencia consular posible", dijo un portavoz del Departamento de Estado en un comentario a CNN .

Las autoridades de Níger están utilizando aviones para buscar a los secuestradores que hablaban hausa y algo de inglés y se cree que pertenecen al grupo étnico Fulani. El Daily Mail informa que se cree que los secuestradores huyeron a la vecina Nigeria.

Varios otros extranjeros han sido tomados como rehenes en los últimos años en esa región, incluido un trabajador humanitario estadounidense llamado Jeffery Woodke.

La noticia del secuestro de Walton sigue a múltiples incidentes este año que involucraron a militantes Fulani en todo el estado de Nigeria. Los fulani son musulmanes y suelen atacar a los cristianos.

Armados con cuchillos y machetes, miembros de la tribu fulani atacaron casas en la aldea cristiana de Kizachi en julio, asesinando brutalmente a un niño de 9 años, tres adolescentes y un adulto. 

Al menos 33 personas murieron en agosto durante los ataques de extremistas islámicos contra cinco comunidades cristianas en el estado sureño de Kaduna en Nigeria. 

Ese mismo mes, militantes musulmanes fulani en el condado de Kachia mataron a cuatro cristianos y secuestraron a su conductor cuando viajaban desde la aldea de Katul.

Los pastores fulani han adoptado cada vez más ideología y métodos similares a los grupos extremistas islámicos como Boko Haram, y algunos provienen de fuera de Nigeria.

Nigeria ocupa el puesto 12 en la Lista de vigilancia mundial de Open Doors 2020 de países donde los cristianos sufren la mayor persecución.